La restauración del Niño Dios en Tlaxcala se mantiene viva. En la víspera del Día de la Candelaria, los pequeños talleres tienen acumulado el trabajo.
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Las imágenes religiosas de yeso y otros materiales que llegaron este miércoles, no estarán listas para vestirlas el dos de febrero.
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El 24 de diciembre, cuando se arrulla al Niño Dios, trajo como consecuencia accidentes con las imágenes sagradas.
Así que los talleres se convirtieron en “hospitales” de curación. Hay Niños Dios que les falta un dedo, una mano, pies o la cabeza; el restaurador debe dejarlos impecables.
Como don Eduardo Velázquez Vázquez quien por varias décadas fue el restaurador de la población apizaquense.
Antes de fallecer el 26 de diciembre de 2023, el artista heredó el legado a su hijo Guillermo Velázquez González y su nieto, quien lleva el mismo nombre.
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Mi madre Teresa González los pintaba y mi papá los dejaba completos, la fe de la gente es grande y confía en nuestras manos, expresa a El Sol de Tlaxcala.
No obstante, destaca que como todo en la vida tiene un fin. “Mis padres acaban de fallecer y mi esposa Blanquita Ruíz también, en 45 días me convertí en huérfano y viudo, pero aquí seguimos dando gracias a Dios en el oficio”, expresó.
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DEJA PERIODISMO POR LA RESTAURACIÓN
Guillermo Velázquez quien forma parte de la tercera generación estudió la licenciatura en Administración.
Durante varios años ejerció la noble tarea del periodismo, pero al cerrar Telecable de Tlaxcala, optó por reparar imágenes de la religión católica.
El periodismo es un trabajo completo, de entrega y pasión, pero no había tantas oportunidades y buen sueldo, explica.
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Aquí entran al hospital rotos, pero se van completos, llenos de amor y de fe y nuestra economía mejora, resalta.
“Nos toca mantener viva la tradición del Niño Dios, no defraudar las manos de mi abuelo y de mi padre”, ofrece.
El joven restaurador muestra la portada de un ejemplar de El Sol de Tlaxcala.
“Difícil y grato arte de reparar nuestras imágenes religiosas”: EV”, se observa en la portada del 29 de enero de 1989.
El Día de la Candelaria, las imágenes sagradas son bendecidas en la iglesia, luego, regresan a casa para la degustación de tamales a base de maíz.
El trabajo del restaurador disminuye, pero se prepara para San José el 19 de marzo.