En repudio a las agresiones que el pasado lunes sufrieron estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alumnos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza, Campus III Tlaxcala, se sumaron al paro de 48 horas.
En asamblea estudiantil llevada a cabo alrededor de las 9:00 horas de ayer, los estudiantes de Tlaxcala acordaron suspender clases, y aunque en un primer momento tenían planeado marchar a la capital o incluso a la Ciudad de México para hacer público su respaldo a sus compañeros, finalmente optaron por la colocación de pancartas en las instalaciones del campus ubicado en San Miguel Contla, comunidad perteneciente al municipio de Santa Cruz Tlaxcala.
Aclararon que sus protestas son pacíficas, que no hay intención de dañar a terceras personas, pero que exigen que los hechos violentos se esclarezcan y que se sancione a los integrantes de los supuestos grupos porriles que agredieron físicamente a los estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades de Azcapotzalco, quienes demandaban en Rectoría mayores condiciones de seguridad.
En cartulinas, los estudiantes de Tlaxcala plasmaron su sentir.
“Somos una revolución, esta es nuestra bandera”; “cuando mi raza es atacada mi espíritu no habla, grita”; “si este es mi último día, sepan que el Goya fue mi último suspiro”, fueron algunos sentimientos que los universitarios escribieron.
Tras refrendar su apoyo y respaldo a los alumnos agredidos, y exigir el respeto no sólo a la UNAM si no a todas las instituciones de educación superior en el país, frente a las instalaciones del campus gritaron “el Goya”, la porra universitaria.
Luego, en entrevista con El Sol de Tlaxcala, detallaron que suman al paro del resto de las facultades de la máxima casa de estudios del país para apoyar a sus compañeros agredidos pues algunos de ellos fueron gravemente heridos.
Además del paro, en Tlaxcala inició una colecta para reunir dinero y destinar una parte a la elaboración de carteles y el resto enviarlo a la Ciudad de México para que sea usado para sufragar los gastos médicos de los alumnos que fueron violentados que no son cubiertos por el seguro estudiantil.
Se mostraron preocupados también al señalar que el sitio donde está ubicado el campus no es seguro del todo y que el riesgo que corren aumenta en las noches al no haber ni alumbrado público, ni seguridad pública municipal ni estatal, de ahí que aseguraron que no están exentos de ser violentados de la misma forma.
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