Como maestras fifí son llamadas cinco docentes que prestan sus servicio profesional, en la licenciatura de Ingeniería Ambiental de la Universidad del Bienestar, que promueve el gobierno de la República.
Ya que tres catedráticas enfermaron de las vías respiratorias en los salones habilitados en la Casa de la Cultura de Xaltocan, pues no tiene edificio propio, tomaron la decisión -sin consultar a las autoridades de la Universidad del Bienestar- , de trasladar a 80 universitarios a una casa particular en el municipio de Yauhquemehcan.
Ahí, los alumnos reciben clases en forma improvisada en mesas largas con sillas convencionales; los cinco mentores se ayudan –para impartir las materias- con un tripie y papel bond a cuadrícula.
La mitad del alumnado permanece en la planta baja del inmueble rentado, dentro de una habitación cerrada con una cortina de fierro, la otra parte está ubicada en la parte alta.
Aunque se trata de una licenciatura donde la teoría va relacionada con la práctica experimental, no disponen de laboratorios a ocho meses de que iniciaron el ciclo escolar.
De hecho, el personal docente (maestros en ciencias con doctorado evaluados), denunció que no han recibido lo correspondiente a su salario desde que abrieron la escuela.
Respecto a la transferencia de recursos de las becas para cada universitario, dijeron que se da en forma irregular, pues a la mayoría no se le cumple como lo ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Si (los docentes) no quieren trabajar que se vayan a sus casas, aquí se viene a sufrir sin lamentos, pues entonces ya son del grupo de los profesionistas fifí
Pobladores de Xaltocan
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