A ser siempre portadores de buenas noticias y a hacerlo con alegría instó el obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, a quienes forman parte de El Sol de Tlaxcala.
Durante una homilía celebrada en las instalaciones de este Diario, el representante de la grey católica en el estado solicitó hacerlo no solamente en el periódico, sino también en sus casas, con sus familias y con sus compañeros, en todo momento en la búsqueda de la parte luminosa de las cosas que es donde está la presencia de Dios.
Dar buenas noticias, hacerlo con alegría y misericordia en favor de quienes lo necesitan, ese fue el llamado que hizo el religioso.
Comparó la labor que hacen los comunicadores con el Evangelio.
Lo anterior al afirmar que quienes desempeñan esta actividad son “La palabra de Dios”, pues explicó que mientras los periodistas y reporteros son portadores de noticias, el Evangelio habla de la buena noticia de Jesús.
“Que inmensa relación hay entre el Evangelio con todo el trabajo que ustedes hacen”, expresó.
Para ilustrar la labor de los periodistas comparado con el Evangelio, Salcedo Aquino recordó un pasaje bíblico en el que Juan Bautista tuvo noticias de que Jesús llevaba a cabo su obra, pero que ante la duda que tuvo respecto de que si era él quien iría o si debían esperar a alguien más, le envió un mensaje.
“Jesús respondió: vayan y cuenten a Juan Bautista lo que están viendo y oyendo… los sordos oyen, los cojos caminan y los leprosos quedan limpios, los enfermos quedan sanos y la buena noticia del reino es anunciada a los pobres”, expresó.
Expuso que en ese fragmento de La Biblia está sintetizada la misión de Jesús, en donde la nueva noticia del reino es anunciada a los pobres y que ésta es la misericordia de Dios.
Destacó la capacidad de Jesús de ser un buen comunicador, un buen anunciador y un buen proclamador de la obra de Dios.
“Jesús es el gran narrador de la misericordia de Dios, de la buena noticia y eso significa el Evangelio”, comentó.
De la misericordia, cualidad de Dios, dijo que ante todo se trata de una buena noticia para los enfermos, para las personas abandonadas, las que están tristes, los pecadores, las prostitutas y los publicanos, sobre todo porque indicó que los dos últimos sectores mencionados aceptan de buena gana la noticia del Reino de Dios que, a su vez, es el anuncio de la Misericordia.
Ahí, también sugirió a los presentes hacer un trabajo positivo, priorizando la unión, en los lados luminosos de nuestras familias y sin ver los lados negativos u oscuros.
En la homilía, el máximo jerarca de la Iglesia católica en el estado habló de la necesidad que existe en la Diócesis de impregnarla de alegría, de valorar la vida, la capacidad de trabajo, de pensar, de relación y de la importancia de que con una sonrisa y con la alegría se puede hacer bien a los demás.
EL LLAMADO
- Dar buenas noticias, hacerlo con alegría y misericordia en favor de quienes lo necesitan, ese fue el llamado que hizo el religioso.