Las familias que aceptan donar los órganos de sus seres queridos que fallecen por diversas causas son nobles y dan el don de la sobrevivencia, al permitir continuar con la vida de quienes sufren la enfermedad renal, señaló Isaías Leonardo Munguía, quien recibió un trasplante de riñón hace un año.
Este no es un gracias cualquiera, es uno que desafía todos los idiomas del mundo. Agradezco a un ángel maravilloso y a sus seres queridos, por su nobleza estoy aquí, remarcó.
Al compartir su experiencia en la Jornada Conmemorativa por la Donación de Órganos y Tejidos con fines de trasplante, dijo que a sus menos de 30 años de edad le diagnosticaron insuficiencia renal crónica.
Relató que estuvo dos años y cuatro meses en diálisis peritoneal, además de tener tres cirugías de colocación de catéter, hasta llegar a la hemodiálisis. La única salida a su enfermedad era recibir una donación altruista.
Compartió que su cirugía de trasplante de riñón fue en el Hospital Regional “Emilio Sánchez Piedras”.
Todo cambió para bien al enterarme de la posibilidad de un trasplante, fue muy bueno, cambio de negativo a positiva mi vida. Sabía que podría lograrlo, a pesar de todas las adversidades,finalizó.
Continúa leyendo: