Las extorsiones telefónicas forman parte de la violencia que existe en México, aminorar este delito es sencillo y solo se requiere cesar la telefonía innominada, que es la que no tiene registro o datos del usuario, aseguró Serafín Ortiz Ortiz, rector de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
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En la Cámara de Diputados de San Lázaro, en la Ciudad de México, como parte de la charla “Cómo abatir la extorsión telefónica”, expuso a la Comisión de Seguridad que entre el 70 y 80 % de los casos de este delito proviene de los teléfonos innominados, que son los que no cuentan con un plan de servicio, registro o datos del comprador.
En su papel de criminólogo y abogado penalista, Serafín Ortiz detalló que ha propuesto soluciones a las problemáticas de violencia en México que replantea como investigación aplicada, pero ha sido poca la respuesta de los escenarios de la política.
Al retomar el tema de la extorsión telefónica, dijo que los equipos adquiridos en las tiendas de autoservicio, conocidos como “cacahuates”, son de baja gama y de fácil acceso, entonces la autoridad ni otras personas saben quién está del otro lado del teléfono al cometer un delito.
Incluso, mencionó que los extorsionadores pueden comprar los chips telefónicos y equipos móviles que quieran para contactar a las personas, entonces es difícil que sean descubiertos porque nadie tiene sus datos.
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Por lo tanto, exhortó a los legisladores a conformar un acuerdo, incluso enviar un decreto al Gobierno de México para evitar el uso de teléfonos innominados en México y solo permitir a los nominativos, que son los que cuentan con un contrato y registro de los usuarios.
Reveló que las empresas telefónicas están al tanto de la situación, actualmente para contratar un plan telefónico solicitan dos testigos, tal y como ocurre en otros países para tener registro sobre la vivienda y lugar de trabajo, en algunos casos hasta requieren de caución, fianza y fiador.
Serafín Ortiz dijo que la iniciativa fue planteada en el Congreso federal y fue bien aceptada por los legisladores, de ahí que les pidió atreverse a quitar la telefonía que no tiene nombre y registro para bajar hasta en un 70 u 80 % la extorsión telefónica.
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Saber a quién corresponde un número telefónico que extorsiona a las personas permitirá ubicar al delincuente, así la Policía Cibernética podrá intervenir de inmediato, pero actualmente no lo pueden hacer porque no saben de quien se trata porque cambian de equipo frecuentemente, concluyó.
- En la Cámara de Diputados de San Lázaro, Ortiz Ortiz propuso impedir la compra de los celulares conocidos como “cacahuates”.
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