Testigos de la historia que se resisten a morir

Los municipios de Amaxac, Tetla y Tocatlán tienen en su territorio algunas de las especies más antiguas el estado

KARLA MUÑETÓN

  · viernes 28 de junio de 2019

Un ahuehuete ubicado en Amaxac de Guerrero, un alcanfor en Tetla de la Solidaridad y un fresno en Santa María Tocatlán, son algunos de los arboles más antiguos de los que se tiene registro en Tlaxcala.

Si bien los arboles juegan un rol importante en el ecosistema y en la vida de las personas al trasformar el dióxido de carbono (un gas contaminante) en oxígeno, se han convertido también en mudos testigos de la historia.

A nivel nacional hay ejemplares antiguos como el “Árbol del Tule en Oaxaca”, ubicado en Oaxaca y que tiene más de dos mil años de vida, y otros que han sido protagonistas de episodios históricos importantes como “El Árbol de la Noche Triste”, en la Ciudad de México, en donde el conquistador Hernán Cortes lloró la derrota de su ejército ante los guerreros mexicas.

En Tlaxcala, la longevidad de los tres arboles mencionados no es menor a los 300 años, pero eso no ha podido documentarse; sin embargo, al igual que muchas especies distribuidas a lo largo del territorio mexicano forman parte de historias que han sido heredadas de generación en generación.

Desde hace aproximadamente 55 años, cada 28 de junio, es conmemorado el Día Mundial del Árbol, para recordar la importancia que estas especies representan para la humanidad en la Tierra al proporcionar servicios ambientales como la regulación del ciclo del agua, capturar el carbono, proteger la biodiversidad, coadyuvan en la dispersión de semillas, mantener los suelos, regular la calidad del aire y amortiguar los fenómenos naturales, entre otros.

PALO HUERFANO

Enclavado en las cercanías de barrancas del municipio de Amaxac de Guerrero, y a un costado de un riachuelo que nace en esa zona está el “Palo Huerfano”, un ahuehuete de aproximadamente 300 años de edad que fue nombrado así por ser el único de esa especie en varios metros a la redonda.

A decir de Ricardo Martínez Fernández, cronista municipal de Amaxac, con todo y su follaje el histórico árbol mide alrededor de 30 metros de altura y tiene un diámetro de 10 metros. Mencionó que aunque se dice que a la llegada de los españoles el árbol ya estaba, y que incluso fue un lugar por donde pasó Hernán Cortés después de librarse en Tzompantepec una de las batallas entre nativos y españoles, no hay certeza de que su antigüedad sea superior a los 500 años.

El Palo Huérfano ha sobrevivido no solo a la mano del hombre que ha talado varias de sus ramas y que al estar cercano a un sitio que durante muchos años fungió como balneario generó la erosión de su suelo, también ha subsistido a las inclemencias de la naturaleza, pues en 1983 cayó un rayo sobre él, pero el ahuehuete retoñó.

De acuerdo con información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, gobernantes del México antiguo como Netzahualcóyotl, Moctezuma y Cuitláhuac ordenaron que esos árboles fueran plantados, como un privilegio, y en 1921, por la conmemoración del centenario de la consumación de las guerras por la Independencia de México, el ahuehuete (Taxodium mucronatum) fue designado El Árbol Nacional.

EL ÁRBOL DEL AHORCADO

En la periferia de la parroquia de Santiago Apóstol, en el municipio de Tetla de la Solidaridad, persiste de forma simbólica un alcanfor de mínimo 100 años de vida, pero que podría superar los cuatro siglos de existencia ya que relatos populares señalan que fue uno de los árboles que Hernán Cortes plantó en la comuna.

Es conocido como “El árbol del ahorcado” porque según una historia local en 1933 ahí fue colgado Fructuoso Concha, un candidato a la presidencia municipal que logró la mayoría para ocupar el cargo, pero que fue asesinado a golpes por la ciudadanía al ser acusado por el ciudadano Felipe Alva de haber hurtado piezas valiosas de la parroquia de Santiago.

Aunque hay otra versión que señala que fue inculpado por temas políticos y algunas que aseguran que la víctima sí confesó la comisión del delito.

El árbol de alcanfor (Cinnamomum camphora) funciona como un controlador biológico de moscas, polillas y otros insectos, y su aroma tiene propiedades relajantes.

EL FRESNO DE TOCATLÁN

Otro antiguo ejemplar en la entidad es un fresno ubicado en el parque del municipio de Santa María Tocatlán.

Actualmente mide alrededor de 20 metros de altura y tiene un diámetro cercano a los ocho metros, y de acuerdo con los archivos históricos resguardados en el ayuntamiento de Tocatlán fue uno de los árboles que sembraron frailes franciscanos durante la Evangelización, por lo que su edad es de más de 300 años.

ABRAZA UN ÁRBOL

  • Según la arboterapia, abrazar un árbol te ayudará a sentirse mejor, pues se dice que se queda con las energías negativas y te devuelve energías positivas

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