La expresión “no tener donde caerse muerto” hace referencia a la situación de un ser humano sin ingresos ni patrimonio a los que recurrir para financiar su propio funeral, así como la complicada situación por la que pasa su familia al momento de costearlo.
Bajo esa premisa, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) hizo un estudio para saber “cuánto cuesta morirse” en cada estado de la república mexicana, mismo que dejó a Tlaxcala en el tercer lugar de los más baratos.
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EL ESTUDIO
De acuerdo con la información publicada por Profeco, los servicios funerarios inmediatos básicos incluyen diferentes planes o paquetes acordes con necesidades específicas, creencias y costumbres religiosas, así como deseos que, en su momento, haya externado una persona antes de fallecer.
Por lo regular, el servicio funerario consiste en el manejo, tratamiento, acondicionamiento y traslado del cuerpo de una persona fallecida desde que ocurre el deceso, hasta su destino final; e incluye, en todos los casos, el suministro de bienes y servicios complementarios como el ataúd y embalsamamiento.
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CUÁNTO CUESTA MORIRSE EN TLAXCALA
Si bien existe una cantidad importante de gastos cuando alguien muere, el más fuerte es siempre el del servicio funerario. No obstante, Tlaxcala no se compara en gastos con otras partes del país, pues la Profeco lo tiene ubicado como el tercer estado más barato en este tipo de servicio.
En promedio, el costo mínimo de servicio funerarios inmediatos para inhumación en Tlaxcala es de 4 mil 200 pesos, que incluye un ataúd de pino barnizado. Este precio está sólo por encima de la ciudad de Oaxaca e Izúcar de Matamoros, en Puebla, donde el precio baja hasta 3 mil 500 pesos.
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Por su parte, Coahuila, Morelos, Jalisco y Sinaloa son los estados con precios más altos, que se elevan hasta 23 mil pesos como base para un servicio económico. En otros estados como Puebla y Querétaro, el servicio llega hasta los 30 mil pesos si se desea un paquete completo que incluye ataúd, sala, cafetería, embalsamamiento y traslado.
RECOMENDACIONES
La Profeco pone al alcance de las familias una serie de recomendaciones a las personas que pasen por la situación antes descrita.
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La primera es mantenerse informado y comparar precios en al menos tres empresas funerarias. Si es posible, hay que visitar las instalaciones. En caso de elegir la inhumación se debe investigar el tiempo límite para el uso de la sepultura, si hay refrendos y el costo.
También es importante pedir los documentos por escrito como el presupuesto y el contrato del servicio. Así también se debe evitar solicitar un ataúd por catálogo; siempre será mejor hacerlo personalmente para asegurarse de que el tamaño es el adecuado y que no tenga defectos.
Se deben considerar siempre los gastos adicionales al costo del servicio funerario, como el costo por la fosa, nicho o gaveta para disposición de restos, pues en los paquetes básicos podrían no incluirse.
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El proveedor debe entregar factura o comprobante de pago en el que deberá especificar las características de los productos y servicios contratados, así como su precio.
Finalmente, y en caso de ser trabajador del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), es recomendable preguntar por las prestaciones y/o apoyos en este rubro en el área de recursos humanos del trabajo.