"Tlaxcala es tierra de Santos, de los niños Cristóbal, Antonio y Juan", fue la frase con la que el obispo de Tlaxcala Julio César Salcedo Aquino, comenzó su mensaje en la ceremonia eucarística en honor a los Niños Mártires.
Desde el Santuario de los Santos Niños Mártires de Tlaxcala, en Atlihuetzia, Yauhquemehcan, el máximo jerarca de la Iglesia Católica saludó a los niños, a los padres de familia y todos los que acudieron a la Fiesta Diocesana a los Patronos de la Niñez.
Ante miles de asistentes de los diversos decanatos del estado, el obispo habló sobre las tres jornadas que instituyó el Papa Francisco sobre aspectos que estaban olvidados, así que ahora celebran a la casa común (la Tierra), a los abuelos y a los niños.
En la celebración de los Niños Mártires pidió cuidar y proteger a los infantes para que crezcan sanos y puedan desarrollarse profesionalmente.
Puntualizó que los niños reflejan la presencia de Dios, pues mediante ellos se puede recibir al Padre y sus bondades.
Agregó que "hoy es la fiesta de los Niños Mártires, los franciscanos llamaron a los niños, los pusieron al centro de la catequesis y les enseñaron a crecer".
Explicó que Cristóbal, Antonio y Juan recibieron el evangelio y lo dieron a conocer, entregaron su vida por la causa del evangelio y hoy son los primeros mártires de Tlaxcala, México y América.
Finalmente, el obispo de Tlaxcala pidió a los asistentes quedarse con la intención tan grande de los Niños Mártires, que fue difundir el evangelio.