“El cultivo de maíz es como todo negocio, si hay inversión y trabajo, hay cosecha, con un clima incierto, pero siempre por delante Dios “, afirma don Antonio Fuentes Hernández en medio de la incertidumbre que vive el campo tlaxcalteca.
Y lamenta que en este primer año de Gobierno no se cumplan las promesas que el hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo cuando fue candidato de la Coalición “Juntos haremos historia”.
San José Cuamatzingo, municipio de Muñoz de Domingo Arenas, es considerado el granero más importante de Tlaxcala, pues se distingue por sus trigales y maizales.
En condiciones óptimas, la temporada de siembra de razas nativas, inicia a finales de abril, para entonces, la inversión es de 600 pesos por cada proceso que inicia en enero con la preparación de la tierra.
“Hay que suelear, barbechar, rastrear, surcar, escardar, labrar y segundar la tierra, luego, esperar la lluvia”, explica el labriego de 63 años.
Y es que el ciclo primavera-verano 2019 llegó con sequía, el 15 de mayo, día de San Isidro Labrador, no llovió y en julio-agosto, otra vez se prolongó la canícula.
No obstante, revela que en el cultivo de granos mucho depende del esfuerzo y tiempo que dediquen a la tierra, de leer las cabañuelas para sembrar y de los apoyos institucionales que reciban.
“Es noviembre y sigue la lluvia, el Procampo, llegó tarde y menos (dinero) que el año pasado, tengo siete hectáreas, apenas me dieron seis mil 300 pesos”, refiere el ejidatario.
A un así, destaca que la tierra sigue produciendo, aunque hay quienes han abandonado el campo y se dedican a robar al tren, “si lo que ganas con el sudor de tu frente no luce, menos lo mal habido”.
Rememora que desde niño fue aprendiendo los secretos que su padre le heredó en el sector agrícola y pecuario y, ahora, trabaja hombro con hombro con su compadre y con su esposa Romelia San Luis, quien vende tlacoyos en Apizaco.
Don Antonio amogota el zacate verde en el ejido de San José, el secado y desgrane es la última etapa del ciclo del temporal.
Lo hace porque para tumbar el zacate y pizcar una hectárea de este grano, le cobran mil 500 pesos.
Estima una cosecha de 3.5 y 4 toneladas por hectárea, empero “si quieres comprar te venden en cinco pesos el kilo, pero si vendes nos lo pagan a tres con 50 centavos y eso que el fertilizante estuvo carísimo”.
Frente a un cielo con algunas nubes y con la mirada cabizbaja por la diabetes que enfrenta desde hace 20 años, don Antonio expone que los subsidios para sembrar se redujeron y “no hay un precio de garantía, nos prometieron que venderíamos en 5.80 pesos el kilo, pero será otro año igual”.
Para paliar la escasez de granos en la región, el ejidatario comenzó la pizca de maíz azul, amarillo y blanco en los terrenos que trabaja con su compadre Tomás García.
De entre las hojas de totomoxtle extrae mazorcas de maíz azul nativo, las primeras del temporal; después de siete meses de trabajo llegan las tortillas a los hogares apizaquenses.
Con esta acción, el ejidatario muestra que aún en condiciones adversas: frío, sequía, calor, lluvia y granizadas, sigue teniendo fe a su tierra, aunque su labor no sea reconocida por la gente.
“Para el gobierno nuestro trabajo poco vale, pero somos los que producimos el maíz, frijol y trigo, los que con sacrificios llevamos los granos a la mesa”.
EL MAÍZ EN TLAXCALA
El maíz es el alimento básico de un millón 273 mil habitantes que viven en Tlaxcala. Para este año, solo fueron sembradas 78 mil 590 hectáreas de las 120 mil programadas, la sequía redujo los planes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural para el ciclo primavera-verano.
De hecho, las autoridades de la Secretaría de Fomento Agropecuario ante la presencia de líderes del Congreso Agrario Permanente, iniciaron un recorrido para evaluar los daños por sequía e indemnizar a los afectados.
Recientemente, el Senado de la República aprobó un dictamen para crear la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, promovida por la senadora Ana Lilia Rivera, también, aprobó que cada 29 de septiembre se celebre el Día Nacional del Maíz.
Sin embargo, son acciones que, si no están acompañadas de verdaderos subsidios, los hombres del campo seguirán siendo los últimos en las políticas de gobierno, concluye el hombre del campo.
Para este año, solo fueron sembradas 78 mil 590 hectáreas de maíz de las 120 mil programadas, la sequía redujo los planes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural para el ciclo primavera-verano.
“El maíz está caro para comprarlo, pero si lo quieres vender te lo compran barato”.
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