La Iglesia católica rechaza el término matrimonio a la unión de personas del mismo sexo, pero avala la salvaguarda de los derechos de las minorías, aseveró el rector del seminario Nuestra Señora de Ocotlán, Ranulfo Rojas Breton.
Lo anterior porque el pasado martes, los integrantes de la 63 Legislatura local avalaron diversas disposiciones al Código Civil de Tlaxcala, para permitir la unión entre personas del mismo sexo, sin embargo, las modificaciones entrarán en vigor una vez que el Ejecutivo local las revise, apruebe y publique en el Periódico Oficial local, caso contrario, quedarían vetadas.
De ahí que el presbítero sostuvo que las modificaciones legales se concretaron debido a la presión por parte de grupos minoritarios, pero la Iglesia mantendrá su posición de no reconocer a esas composiciones como matrimonio.
“La Iglesia universal reconoce y acepta como matrimonio a la de un hombre y una mujer, porque sus bases están asentadas en la biología y la propuesta de uniones igualitarias es más de ideología, de pensamiento moderno, por lo que lamentamos que se quieran equiparar ambos casos”, soltó.
De hecho, explicó que etimológicamente la palabra matrimonio viene del latín “matrimonium”, la cual proviene de “matrem” (madre) y “monium” (capacidad o poder), lo cual refleja la aportación de la mujer que contrae nupcias para ser madre, cosa que no se puede dar entre dos personas del mismo sexo.
En términos espirituales, aseveró que a la comunidad lésbico-gay no le interesará el sacramento del matrimonio en la Iglesia, por lo que las repercusiones recaerán más bien en asuntos de Estado.
Por otro lado, resaltó que la Iglesia avala la salvaguarda de los derechos individuales para esa comunidad, pues ha atestiguado que por sus preferencias sexuales sufre discriminación en términos de seguridad social, de patrimonio, acceso a créditos, entre otros.
“El Papa Francisco dijo muy claramente hace unos días, que es muy importante que las personas con preferencias sexuales diferentes no sean discriminadas y resaltó sus derechos a vivir en familia, con papá, mamá y hermanos; pidió que no se les expulse de ese núcleo por sus condiciones”, subrayó.
Por último, Rojas Bretón sostuvo que “nadie puede estar a favor de la discriminación, del rechazo social, de la limitación a la salud, al bienestar, pero la Iglesia lamenta la equiparación de uniones entre pares con el matrimonio”.
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