A atender el desastre ambiental para evitar la pérdida adicional de vidas y garantizar un futuro viable a las próximas generaciones, urgieron asociaciones civiles a las autoridades estatales.
En lo que fue el sexto congreso diocesano por el Medio Ambiente, la Comisión Diocesana de Pastoral Social, la Pastoral de Derechos Humanos de la Diócesis de Tlaxcala, el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, la Coordinadora por un Atoyac con Vida y la Red de Jóvenes en Defensa de los Pueblos, pidieron un diálogo abierto y cordial con las autoridades estatales y comunidades afectadas para tratar los temas de contaminación en varios puntos del estado que afectan a miles de personas.
Indicaron que los procesos de urbanización últimamente se han hecho de manera descontrolada, aunado de las instalaciones de miles de industrias que vierten sus residuos contaminantes en las cuencas de los ríos de Atoyac, Xochiac, Zahuapan y sus afluentes.
Hicieron un llamado a los tlaxcaltecas para reconocer el daño que han hecho al medio ambiente y a la población, por lo que sostuvieron que hace falta un cambio de hábitos y cultura.
También exhortaron a los sacerdotes y religiosas para acompañar en sus parroquias la misión pastoral por el cuidado de la casa común.
“Nuestro compromiso, como ayer y como hoy, se basa en la Sagrada Escritura y en el mensaje expresado por el papa Francisco que –dijo- el suelo, el agua y las montañas son caricia de Dios” expresaron.
Respecto al caso de la cuenca Atoyac-Zahuapan recalcaron el llamado a las autoridades responsables a que, en un acto de elemental justicia, escuchen la voz de las comunidades afectadas por esta contaminación.