Nativitas, Tlax. (OEM/Informex).- A cinco años de la explosión de cohetones en Tepactepec, municipio de Nativitas, la muerte y el dolor todavía lastiman a pobladores y sobrevivientes.
Cinco años se cumplen hoy cuando 25 personas murieron y 154 resultaron lesionadas y mutiladas por la explosión de cientos de cohetones que cargaba la gente en una procesión en honor a “Jesús de los Tres Caminos”, en el quinto viernes de cuaresma.
Al cumplirse media década de distancia, el lugar donde explotó la pólvora ha cambiado. Eso sí, la gente dejó de ofrecer pirotecnia al Santo Patrono y la cambió por flores y música de viento.
En las calles Santa Ana, Allende y La Huerta donde se suscitó la tragedia, hoy la vida se desarrolla en forma normal.
A escasos seis o siete metros resalta una capilla de mediana construcción que es visible por su color hueso y rojo, tiene ventanas de aluminio y vidrios transparentes. Hacia el interior, se observa una imagen religiosa de “La Resurrección de Jesucristo”.
La capilla se edificó un año después de la explosión en memoria de los fallecidos y accidentados. En los cristales del acceso principal se lee: “La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y los inmortaliza para el recuerdo…padre Jesús de los Tres Caminos, bendice a los que sobrevivieron este lamentable accidente”.
Ahora, por el lugar, la gente camina sin preocupación, los autos transitan y los ciclistas pedalean para avanzar entre las arterias que comunican con la cabecera del municipio.
Una casa de tres pisos se ubica en la calle La Huerta y luce concluida, aunque hace cinco años estaba en obra negra.
La primera planta es de block sin revocar, tiene ventanas de fierro con marco y protecciones en color rojo y cristales transparentes. La fachada del segundo piso es más elegante, está revocada, tiene ventanales de aluminio y cristales obscuros, tiene una franja blanca en la parte baja de cada ventana, y una línea roja a la orilla del techo.
- EL DATO
La capilla en memoria de los fallecidos y accidentados se edificó un año después de la explosión.
El tercer piso es de color blanco, con arcos de ladrillo, ventanas de aluminio y cristales negros. Frente a esta casa y a escasos metros colocaron varias cruces.
Las personas, automovilistas, ciclistas y quienes pasan por el lugar: se persignan ante las cruces de metal, madera y cemento que se encuentran entre estas calles.
El “gesto” religioso es porque hace cinco años (al medio día de aquel 15 de marzo del año 2013), en estas vías de comunicación de Tepectepec se registró la explosión de cohetones con consecuencias trágicas.
En cinco años el lugar ha cambiado porque hay nuevas construcciones. En 2013 solamente estaba la tienda que actualmente es un “depósito de refrescos”. Ahí, ese 15 de marzo, frente la vivienda sin número con zaguán gris severamente destrozado, quedaron los cuerpos inertes y una camioneta totalmente destrozada y quemada.
Actualmente la fachada de la vivienda luce con un portón reparado y una barda pintada de blanco.
Los recuerdos entre la población aún son frescos como si hubieran sido ayer, pero ha pasado ya media década de aquella festividad que los habitantes del municipio realizaban en el quinto viernes en honor a “Jesús de los Tres Caminos”, cuando el fuerte estruendo registrado al medio día, cambió el ambiente de fiesta por dolor y luto entre la comuna que se encuentra al sur del territorio estatal.
- Instancias que apoyaron a Tlaxcala
-El Hospital del Norte de la ciudad de Puebla recibió heridos.
-La Secretaría de Salud de Puebla mandó más de 80 ambulancias para prestar auxilio y un helicóptero para el traslado de lesionados.
-La Fundación Michou y Mau envió dos infantes tlaxcaltecas al Hospital Shriners de Galveston, Texas, en Estados Unidos de Nortemérica, para atender sus quemaduras.
-El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en ese año, puso a disposición el Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados para atender a los heridos.
-El entonces gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, declaró tres días de duelo en el Estado por las 13 personas que ese día perdieron la vida.
-Francisco Moreno Barrón, entonces obispo de Tlaxcala, se pronunció a favor de regularizar el uso de la pólvora o, al menos, garantizar que esté en manos de gente preparada y que sepa manejar este tipo de explosivos.