/ lunes 21 de mayo de 2018

[Video] Cumple la Virgen 350 años de bajar a la ciudad

NUESTRA SEÑORA DE OCOTLÁN

La bajada de la Virgen de Ocotlán es una tradición local de hace varios siglos, aunque son imprecisos la fecha exacta y el motivo del recorrido de su templo hasta la capital.

Actualmente se lleva a cabo el tercer lunes de mayo (mes dedicado a María) y es para conmemorar un año más de su aparición en tierras tlaxcaltecas, pero testimonios históricos plasman que antaño los motivos para que descendiera a la capital eran diversos y podía ser en cualquier día del año.

Información difundida en la página oficial de la Diócesis de Tlaxcala muestra que los orígenes de la Fiesta de la Bajada de la Virgen de Ocotlán se remontan a la época del segundo capellán de la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, Francisco Fernández de Silva, entre 1691 y 1716.

Ya que en el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (AHET) resguardan registros que refieren que las festividades se llevaban a cabo desde 1662, la celebración podría tener una antigüedad de más de 350 años.

María del Carmen Saavedra de la Rosa, historiadora del AHET, indicó que de los siglos XVI y XVII no han podido encontrar documentación relacionada al tema, y solo cuentan con escritos que datan del siglo XVIII.

Señaló que en la biblioteca del AHET está la publicación “Cronología de la muy Insigne, Noble y Leal ciudad de Tlaxcala”, escrita por Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, un cacique tlaxcalteca que señala que la Virgen de Ocotlán bajó a la ciudad de Tlaxcala en octubre de 1662 en ocasión de las fiestas de la Virgen de la Concepción.

Después de ese testimonio –abundó la historiadora- hay documentos en el fondo histórico del AHET que hacen referencia a ese hecho.

Dijo que uno de ellos es una petición del 12 de junio de 1750 que hacen Francisco Antonio de la Rivas, Antonio Pérez y otros, para que la Virgen de Ocotlán se pueda bajar en procesión y se le haga un novenario.

Informó que poseen también una carta sin destinatario escrita por Manuel de Loayzaga, presbítero y capellán del santuario de Ocotlán el 22 de junio de 1757, a través del cual se informa que la fiesta de la Virgen de Ocotlán será el tres de julio, por lo que invita al Obispo y le señalan el camino por donde pasará la procesión.

Habló de otro documento que corresponde al 19 de noviembre de 1764, y se trata de un mandamiento del teniente Jacinto de Leyva a la población para que las calles se iluminen y pongan gallardetes en los balcones durante tres días, eso con motivo de que el Papa Clemente XIII nombró como patrona principal de Tlaxcala a la Virgen María con el título de Ocotlán.

“Otro testimonio corresponde al 26 de abril de 1771, es una petición de los capitulares de Tlaxcala a Juan Isidro Sologuren, abogado de la Real Audiencia, para que baje en procesión la Virgen de Ocotlán ya que había un problema de fiebres”, explicó.

En el AHET es resguardado también otro documento que hace referencia a las festividades en honor a la Virgen pero es ya de 1861.

Se trata de avisos de diferentes colores en los que se indica que se harán las solemnidades a la Virgen de Ocotlán con motivo del término de la guerra de los Tres Años (1858-1860), y en ese momento los católicos recurren a ella para agradecer el fin de la pugna entre conservadores y liberales.

“Los organizadores de las solemnidades era quienes integraban en ese entonces el cabildo de la ciudad de Tlaxcala”, comentó.

Los avisos religiosos corresponden al 11 de abril y en ellos se informa que la Virgen de Ocotlán se bajará de su santuario el seis de mayo a la iglesia parroquial (San José), que el 15 se trasladaría al Exconvento de San Francisco, el 18 regresaría a la parroquia y el 20 nuevamente subiría a su templo.

“Es interesante ver en las sesiones de cabildo el tema de la festividad, en donde se especifica que no cualquier persona podía poner altares ya que antes debían pedir permiso a las autoridades y en caso de obtenerlo no debían ser ridículos, pues especifican que tenían que ser de forma majestuosa, con algunos arcos, flores y pendones”, externa la historiadora.

LA APARICIÓN DE LA VIRGEN DE OCOTLÁN FUE EN FEBRERO

De acuerdo con el sitio oficial de la Diócesis de Tlaxcala la virgen María, en su advocación de Ocotlán, apareció en tierras tlaxcaltecas el 27 de febrero de 1574 en un árbol de ocote, de ahí su nombre, eso de acuerdo con el Padre Ornelas.

Empero, desde el punto de visto histórico su aparición se remonta al 14 de febrero de 1541 en un manantial de agua en el bosque de ocotes, sitio donde fue edificada la Capilla del Pocito de Agua Santa.

Por su parte, el párroco de Ocotlán, Eloy Muñoz Hernández, relató que la aparición de la Virgen se da milagrosamente a un indígena de Santa Isabel Xiloxoxtla llamado Juan Diego, que iba al río Zahuapan por agua para lavar los granos de sus enfermos contagiados en ese momento por viruela, enfermedad que los españoles trajeron a América.

“En su trayecto, al pasar por lo que hoy conocemos como el Pocito de Agua Santa es donde tiene ese encuentro con la Virgen María y es ella quien le ofrece agua que no solo para lavar los granos, sino para sanar a sus enfermos… entonces él regresa a su comunidad, lava a sus familiares con esa agua y sanan”, expresó el sacerdote.

Detalló que el suceso aconteció en 1541 y por eso el Zahuapan recibe ese nombre que proviene del término náhuatl “Zahuatl” que significa sarna o viruela.

  • LOS CAMBIOS CON LA SEPARACIÓN IGLESIA-ESTADO

Por siglos, hasta antes de la promulgación de las Leyes de Reforma que separaron al Estado de la Iglesia, autoridades civiles conmemoraron el Patronato de la Virgen de Ocotlán y en esa ocasión la imagen descendía a la capital para que el cabildo, e incluso el gobernador, le hicieran honores y rindieran juramento.

  • EL PATRONATO JURADO DE LA VIRGEN DE OCOTLÁN ACONTECIÓ UN 13 DE JULIO DE 1755

El presidente de la Mesa Directiva de la Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán, Antonio Hernández Coca, indicó que en este año se cumplen 263 años del Patronato de la Virgen y aunque en tiempos remotos la virgen María en su advocación de Ocotlán bajaba a la Catedral (antes era San José) para que las autoridades civiles hicieran el juramento, es algo que ya no se realiza.

“Cuando se separa el gobierno de la iglesia establecieron que mejor la imagen de la Virgen bajara el tercer lunes de mayo y actualmente se festeja el Patronato el segundo domingo de julio pero ya no baja la imagen porque ya no hay el juramento de las autoridades”, comentó.

  • ANTES BAJABA EL PRIMER LUNES DE MAYO Y SUBÍA EL TERCER

Durante decenas de años los tlaxcaltecas se congregan el tercer lunes de mayo para conmemorar una año más de la aparición de la Virgen María en Ocotlán, mostrar su devoción, agradecer los favores recibidos durante el año y acompañarla en su recorrido y vigilias que hace en calles principales de la capital.

Sin embargo, antes la celebración religiosa iniciaba el primer lunes de mayo y permanecía en la parroquia de San José hasta el tercer lunes del mismo mes, cuando regresaba nuevamente al altar mayor de la Basílica de Ocotlán.

El párroco de la Basílica de Nuestra de Señora de Ocotlán, Eloy Muñoz Hernández, mencionó que después de varios problemas la festividad quedó para realizarse únicamente en el tercer lunes, día en el que baja a la capital y sube a su templo.

  • SIN MISA EN SAN JOSÉ

Parte del recorrido de casi 10 horas, vigilias y misas religiosas que la Virgen de Ocotlán hace en calles principales de la capital incluye una parada en la Parroquia de San José, pero este año no será así. Por primera ocasión en muchos años, incluso siglos, el emblemático templo que fungió como Catedral de la entidad permanecerá cerrado debido a los trabajos de reconstrucción que se hacen en su interior por los daños que sufrió en el sismo del pasado 19 de septiembre.

  • FESTIVIDAD PATRONAL

Además de la Fiesta de la Bajada de la Virgen celebrada en mayo, hay otra celebración religiosa y civil realizada el primer día de enero, y aunque han querido trasladarla al mes de febrero, fecha en que apareció la Virgen, es imposible debido al arraigo entre la población.

Ese día se coloca a la virgen peregrina (una réplica) en el atrio de la Basílica de Ocotlán para la celebración principal que oficia el Obispo.

Algo que nos deja claro que esa festividad religiosa no solamente era en determinada fecha, como ahora en mayo y que, incluso, variaba de acuerdo con el acontecimiento

María del Carmen Saavedra de la Rosa / Historiadora

En octubre de 1682 fue “bajada” la Virgen para encomendarse a ella debido a la predicción de una catástrofe natural que tenía que ver con un eclipse o un temblor.

La bajada de la Virgen de Ocotlán es una tradición local de hace varios siglos, aunque son imprecisos la fecha exacta y el motivo del recorrido de su templo hasta la capital.

Actualmente se lleva a cabo el tercer lunes de mayo (mes dedicado a María) y es para conmemorar un año más de su aparición en tierras tlaxcaltecas, pero testimonios históricos plasman que antaño los motivos para que descendiera a la capital eran diversos y podía ser en cualquier día del año.

Información difundida en la página oficial de la Diócesis de Tlaxcala muestra que los orígenes de la Fiesta de la Bajada de la Virgen de Ocotlán se remontan a la época del segundo capellán de la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, Francisco Fernández de Silva, entre 1691 y 1716.

Ya que en el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (AHET) resguardan registros que refieren que las festividades se llevaban a cabo desde 1662, la celebración podría tener una antigüedad de más de 350 años.

María del Carmen Saavedra de la Rosa, historiadora del AHET, indicó que de los siglos XVI y XVII no han podido encontrar documentación relacionada al tema, y solo cuentan con escritos que datan del siglo XVIII.

Señaló que en la biblioteca del AHET está la publicación “Cronología de la muy Insigne, Noble y Leal ciudad de Tlaxcala”, escrita por Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, un cacique tlaxcalteca que señala que la Virgen de Ocotlán bajó a la ciudad de Tlaxcala en octubre de 1662 en ocasión de las fiestas de la Virgen de la Concepción.

Después de ese testimonio –abundó la historiadora- hay documentos en el fondo histórico del AHET que hacen referencia a ese hecho.

Dijo que uno de ellos es una petición del 12 de junio de 1750 que hacen Francisco Antonio de la Rivas, Antonio Pérez y otros, para que la Virgen de Ocotlán se pueda bajar en procesión y se le haga un novenario.

Informó que poseen también una carta sin destinatario escrita por Manuel de Loayzaga, presbítero y capellán del santuario de Ocotlán el 22 de junio de 1757, a través del cual se informa que la fiesta de la Virgen de Ocotlán será el tres de julio, por lo que invita al Obispo y le señalan el camino por donde pasará la procesión.

Habló de otro documento que corresponde al 19 de noviembre de 1764, y se trata de un mandamiento del teniente Jacinto de Leyva a la población para que las calles se iluminen y pongan gallardetes en los balcones durante tres días, eso con motivo de que el Papa Clemente XIII nombró como patrona principal de Tlaxcala a la Virgen María con el título de Ocotlán.

“Otro testimonio corresponde al 26 de abril de 1771, es una petición de los capitulares de Tlaxcala a Juan Isidro Sologuren, abogado de la Real Audiencia, para que baje en procesión la Virgen de Ocotlán ya que había un problema de fiebres”, explicó.

En el AHET es resguardado también otro documento que hace referencia a las festividades en honor a la Virgen pero es ya de 1861.

Se trata de avisos de diferentes colores en los que se indica que se harán las solemnidades a la Virgen de Ocotlán con motivo del término de la guerra de los Tres Años (1858-1860), y en ese momento los católicos recurren a ella para agradecer el fin de la pugna entre conservadores y liberales.

“Los organizadores de las solemnidades era quienes integraban en ese entonces el cabildo de la ciudad de Tlaxcala”, comentó.

Los avisos religiosos corresponden al 11 de abril y en ellos se informa que la Virgen de Ocotlán se bajará de su santuario el seis de mayo a la iglesia parroquial (San José), que el 15 se trasladaría al Exconvento de San Francisco, el 18 regresaría a la parroquia y el 20 nuevamente subiría a su templo.

“Es interesante ver en las sesiones de cabildo el tema de la festividad, en donde se especifica que no cualquier persona podía poner altares ya que antes debían pedir permiso a las autoridades y en caso de obtenerlo no debían ser ridículos, pues especifican que tenían que ser de forma majestuosa, con algunos arcos, flores y pendones”, externa la historiadora.

LA APARICIÓN DE LA VIRGEN DE OCOTLÁN FUE EN FEBRERO

De acuerdo con el sitio oficial de la Diócesis de Tlaxcala la virgen María, en su advocación de Ocotlán, apareció en tierras tlaxcaltecas el 27 de febrero de 1574 en un árbol de ocote, de ahí su nombre, eso de acuerdo con el Padre Ornelas.

Empero, desde el punto de visto histórico su aparición se remonta al 14 de febrero de 1541 en un manantial de agua en el bosque de ocotes, sitio donde fue edificada la Capilla del Pocito de Agua Santa.

Por su parte, el párroco de Ocotlán, Eloy Muñoz Hernández, relató que la aparición de la Virgen se da milagrosamente a un indígena de Santa Isabel Xiloxoxtla llamado Juan Diego, que iba al río Zahuapan por agua para lavar los granos de sus enfermos contagiados en ese momento por viruela, enfermedad que los españoles trajeron a América.

“En su trayecto, al pasar por lo que hoy conocemos como el Pocito de Agua Santa es donde tiene ese encuentro con la Virgen María y es ella quien le ofrece agua que no solo para lavar los granos, sino para sanar a sus enfermos… entonces él regresa a su comunidad, lava a sus familiares con esa agua y sanan”, expresó el sacerdote.

Detalló que el suceso aconteció en 1541 y por eso el Zahuapan recibe ese nombre que proviene del término náhuatl “Zahuatl” que significa sarna o viruela.

  • LOS CAMBIOS CON LA SEPARACIÓN IGLESIA-ESTADO

Por siglos, hasta antes de la promulgación de las Leyes de Reforma que separaron al Estado de la Iglesia, autoridades civiles conmemoraron el Patronato de la Virgen de Ocotlán y en esa ocasión la imagen descendía a la capital para que el cabildo, e incluso el gobernador, le hicieran honores y rindieran juramento.

  • EL PATRONATO JURADO DE LA VIRGEN DE OCOTLÁN ACONTECIÓ UN 13 DE JULIO DE 1755

El presidente de la Mesa Directiva de la Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán, Antonio Hernández Coca, indicó que en este año se cumplen 263 años del Patronato de la Virgen y aunque en tiempos remotos la virgen María en su advocación de Ocotlán bajaba a la Catedral (antes era San José) para que las autoridades civiles hicieran el juramento, es algo que ya no se realiza.

“Cuando se separa el gobierno de la iglesia establecieron que mejor la imagen de la Virgen bajara el tercer lunes de mayo y actualmente se festeja el Patronato el segundo domingo de julio pero ya no baja la imagen porque ya no hay el juramento de las autoridades”, comentó.

  • ANTES BAJABA EL PRIMER LUNES DE MAYO Y SUBÍA EL TERCER

Durante decenas de años los tlaxcaltecas se congregan el tercer lunes de mayo para conmemorar una año más de la aparición de la Virgen María en Ocotlán, mostrar su devoción, agradecer los favores recibidos durante el año y acompañarla en su recorrido y vigilias que hace en calles principales de la capital.

Sin embargo, antes la celebración religiosa iniciaba el primer lunes de mayo y permanecía en la parroquia de San José hasta el tercer lunes del mismo mes, cuando regresaba nuevamente al altar mayor de la Basílica de Ocotlán.

El párroco de la Basílica de Nuestra de Señora de Ocotlán, Eloy Muñoz Hernández, mencionó que después de varios problemas la festividad quedó para realizarse únicamente en el tercer lunes, día en el que baja a la capital y sube a su templo.

  • SIN MISA EN SAN JOSÉ

Parte del recorrido de casi 10 horas, vigilias y misas religiosas que la Virgen de Ocotlán hace en calles principales de la capital incluye una parada en la Parroquia de San José, pero este año no será así. Por primera ocasión en muchos años, incluso siglos, el emblemático templo que fungió como Catedral de la entidad permanecerá cerrado debido a los trabajos de reconstrucción que se hacen en su interior por los daños que sufrió en el sismo del pasado 19 de septiembre.

  • FESTIVIDAD PATRONAL

Además de la Fiesta de la Bajada de la Virgen celebrada en mayo, hay otra celebración religiosa y civil realizada el primer día de enero, y aunque han querido trasladarla al mes de febrero, fecha en que apareció la Virgen, es imposible debido al arraigo entre la población.

Ese día se coloca a la virgen peregrina (una réplica) en el atrio de la Basílica de Ocotlán para la celebración principal que oficia el Obispo.

Algo que nos deja claro que esa festividad religiosa no solamente era en determinada fecha, como ahora en mayo y que, incluso, variaba de acuerdo con el acontecimiento

María del Carmen Saavedra de la Rosa / Historiadora

En octubre de 1682 fue “bajada” la Virgen para encomendarse a ella debido a la predicción de una catástrofe natural que tenía que ver con un eclipse o un temblor.

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