Han pasado dos semanas desde que el río Ajejela se desbordó en la comunidad de San Diego Xocoyucan, municipio de Ixtacuixtla, dejando a unas 250 familias afectadas, pero aún la población no se ha sobrepuesto. Con el cambio de clima, las familias sacaron a secar sus muebles, otras de plano los echaron a la basura.
Desempleo y una contingencia por brote de moscos viven las familias; además, unos 200 pozos de uso doméstico están contaminados por drenajes sanitarios que se desbordaron la noche del 28 de septiembre con el crecimiento del caudal del río.
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Ya que no tienen agua potable utilizan cotidianamente este recurso que extraen del subsuelo a unos tres metros de profundidad. Otras familias optaron por clausurarlos y perforar nuevos en el interior de sus predios, ahí la gente paga a las pipas 600 pesos para la compra de agua limpia.
Los pozos se contaminaron porque el agua del drenaje sanitario se vio superada por la fuerza del afluente que se desbordó hasta unos 70 metros a un costado del Tecnológico Nacional de México y las familias afectadas que perdieron camas, salas y otros enseres domésticos presuntamente no han recibido atención oficial, mientras que, a decir de los vecinos, personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil sólo llegan para tomarse la fotografía del recuerdo y se retiran.
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En el recuerdo perduran los videos que algunos aficionados grabaron y en los que se constata que casas y calles fueron inundadas, los artículos del hogar, ropa y zapatos quedaron suspendidos en el agua.
Las aves de corral y mascotas como gatos y perros permanecen en las azoteas. En medio de las calles fueron abandonadas camas y salas que quedaron inservibles; sin embargo, el camión compactador no se las lleva al basurero de Panotla.
Pasan los días sin agua potable, sin energía eléctrica y sin drenaje en varios hogares de Popocatla y Xocoyucan. Los pozos quedaron bajo el agua; el vital líquido no sirve, pues contiene heces fecales.
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LA INUNDACIÓN
“Eran las nueve de la noche del sábado, mi esposo vio cómo empezó a meterse el agua a la casa, seguía lloviendo, nos tuvimos que subir a la azotea”, recordó, y dijo que vio cómo el agua alcanzó sus muebles, camas, estufas, sillones y la ropa que con esfuerzo la familia adquirió a lo largo de los años. “Lo único que hicimos fue desconectar todo de la energía eléctrica y ponerla en alto, pero casi todo quedó inservible hasta a la máquina del carro le entró el agua”, explicó.
“Hablamos al 911, los bomberos nunca llegaron para ayudarnos a sacar el agua, en vela pasamos la noche los que vivimos en el centro de la comunidad, el nivel del agua alcanzó 80 centímetros en casas y plantíos de maíz y hortalizas”, relató.
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Ya que la calle 5 de Febrero se encuentra a unos 200 metros del río, explica que fueron las primeras familias afectadas. “Trajeron una despensa del DIF estatal con cuatro productos cada una y una colchoneta por familia, cuando vivimos ocho personas, ahora a empezar de cero para amueblar la casa".
Además, expresó que en la mayoría de los casos, cada familia tenía a un integrante como empleado de la empresa Politel, que cerró porque también se inundaron con daños que no han sido evaluados. “Tenemos una emergencia a causa de la contaminación, entre la humedad ha brotado una plaga de mosquitos que pica a la gente, ojalá que no traigan enfermedad”, advirtió.
Ante ello, solicitó la intervención de Mónica Jazmín Jiménez Gutiérrez, titular de la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Tlaxcala. “Fuimos a buscarla a su oficina tres veces y no llega a trabajar, estamos viviendo una emergencia sanitaria por fenómenos meteorológicos, solo nos dieron una pastilla de cloro”, lamentó.
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Refirió que es importante desinfectar las casas pues por la tarde noche son atacados por una plaga de zancudos toda vez que hay mucha humedad.
Después de varios días de trabajo y ante la tardía respuesta de la Secretaría de Infraestructura y de la Comisión Nacional del Agua, los pobladores con la ayuda de la presidencia municipal de Ixtacuixtla construyeron un muro de contención doble de 70 metros de largo por tres de alto.
En la emergencia ambiental, el diputado local Vicente Morales Pérez se sumó a la causa con camiones de grava para armar los costales que fueron colocados en las inmediaciones del afluente.
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El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que las lluvias seguirán hasta el mes de noviembre de tal forma que la presa Mariano Matamoros sigue en su máximo nivel hasta desfogar los remanentes.
POLITEL PIERDE MIL 200 EMPLEOS
La empresa Politel -fabrica de telas finas que exporta a Canadá y Alemania- que da empleo a unas mil 200 personas, la mayoría de San Diego Xocoyucan, cerró operaciones en forma temporal pues también fue afectada por el desbordamiento del río.
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Toneladas de tela recién fabricada para embarque quedó inservible, el daño alcanzó a las máquinas de origen alemán, reveló un exempleado. Ahí, la mayoría perdió su empleo, no se presenta a su centro de trabajo desde el 30 de septiembre, algunos trabajan en cuadrillas para sanear las siete naves de la empresa instalada en unas tres hectáreas entre la autopista Texmelucan-Tlaxcala y la carretera federal.
Este Diario constató que los trabajadores que hacen la limpia sacaron las telas a los patios de la factoría. Fuera de las naves se observan partes de la maquinaria con la que cortaban las telas y cientos de metros de tela empacada inservible. No tienen fecha de reapertura, mientras que las lluvias seguirán hasta noviembre.
“Nos dijeron que por el momento ya no había empleo, que acudirían a su seguro porque tienen todo perdido, llevo 25 años trabajando, iré al IMSS para hacer valer mis derechos laborales y buscar otro empleo”, expresó Ana N., empleada de Politel.
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EL APUNTE
Unos 200 pozos de uso doméstico están contaminados por drenajes sanitarios que se desbordaron la noche del 28 de septiembre con el crecimiento del caudal del río.
Presa Mariano Matamoros desfoga excedentes, el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó lluvias para la próxima semana.
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