Bordado por cien manos de mujeres huamantlecas, el vestido de la Virgen de la Caridad fue diseñado en conmemoración de los 500 años del encuentro de dos culturas.
Al mediodía de este martes, la patrona del lugar fue ingresada por religiosos a la Basílica, sobre un tapete de rosas.
En primera fila la esperaban las manos que durante 100 días bordaron el manto sagrado de color azul y el vestido blanco púrpura.
Por primera vez, el manto fue recortado en un metro con 10 centímetros, pues la imagen (elaborada en fina madera), comenzó a deteriorarse de ahí que la recomendación del Instituto Nacional de Antropología e Historia fue quitarle peso.
Mientras tanto, el vestido porta en la parte baja el logotipo de los 500 años del mestizaje. De hecho, la imagen no carga el manto.
El Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, celebró la homilía ante un templo repleto de feligreses y religiosos que no permitieron que la gente la tocara.
Ahí, reconoció la labor de los huamantlecos por mantener viva la tradición de venerar a la Virgen María en la noche que nadie duerme.
A unas horas de que sea, expresó que las manos que bordaron la ropa sagrada de la virgen, tejen acciones de fe y amor por la vida.
- El acto litúrgico culminó son salmos a la Virgen y la visita de la gente hasta su nicho, apareció sin cubierta.
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