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A unas cuantas calles del Centro Histórico de la ciudad de Tlaxcala se encuentra sigilosa la Capilla de San Nicolás de Tolentino, una joya histórica y arquitectónica que casi pasa desapercibida por su pequeño tamaño y austera decoración; sin embargo, una vez que la descubres es como entrar a una cápsula donde los siglos no han transcurrido.
A un costado del minúsculo parque de San Nicolás se encuentra este templo que conserva a la perfección su estructura original, pues ha resistido los embates del paso del tiempo y fenómenos naturales.
Para no dejar lugar a dudas hay que especificar que el conjunto de San Nicolás se integra por dos templos. El más antiguo -en el que nos centramos en esta ocasión- que fue edificado en el siglo XVI y dedicado a San Nicolás de Tolentino. Se trata de la capilla más pequeña cuya fachada se encuentra frente al parque del mismo nombre.
El segundo templo que integra este conjunto es la Capilla de los Niños Mártires, edificada posteriormente en el siglo XVII. Se trata del templo más grande de los dos, cuya entrada se encuentra del lado de la calle de Miguel Guridi y Alcocer. Su nombre fue modificado en el año 2017, pues anteriormente también fue conocido como Capilla de San Nicolás, pero a partir de la canonización de los Niños Mártires tomó este nombre.
PUNTO DE ENCUENTRO DE PEREGRINOS DE OCOTLÁN
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En una charla, el sacerdote Manuel Zamora García, quien ha sido rector de la capilla de San Nicolás de Tolentino durante más de tres décadas, compartió que este pequeño templo fue construido hace cinco siglos con la finalidad de servir de centro de reunión para los peregrinos que se dirigían hacia la primer capilla edificada en el sitio donde en 1541 se apareció la Virgen de Ocotlán, la capilla de San Lorenzo, y que años más tarde se convertiría en la Basílica como la conocemos hoy día.
Venían muchas personas de varias partes de Tlaxcala y de otros lugares aledaños como Puebla, porque desde su aparición se empezó a difundir la devoción de la Virgen de Ocotlán y para muchos fieles este fue el punto previo de reunión. A esta capilla se le conoció como La Colecta, que viene del latín collectum, que significa reunión, señaló el presbítero.
De tal manera que en esta capilla originalmente no se ofició el sacramento de la eucaristía, únicamente se realizó oración, pues sólo sirvió de punto de partida hacia el lugar de la aparición de la Virgen.
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FUE CONSTRUÍDA POR FRAILES FRANCISCANOS
De acuerdo con el padre Zamora García, la construcción del templo estuvo a cargo de los frailes franciscanos, quienes a su llegada al territorio de la entonces Nueva España se encargaron de la edificación de iglesias y conventos para llevar a cabo su misión de evangelizar a los indígenas.
“A estas tierras llegó Fray Martín de Valencia, quien fue uno de los misioneros más preparados en teología y enseñanza y hombre de gran oración, quien formó la escuela catequética”, explicó el padre Zamora.
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Personajes como Fray Martín de Valencia se encargaron de dirigir la edificación de la Capilla de San Nicolás, hecho que se manifiesta en su estilo sobrio y austero -característico de los franciscanos- que, a pesar de carecer de adornos superfluos, refleja una arquitectura bella y elegante, y al mismo tiempo resalta las antiguas técnicas de construcción indígena.
De su estilo sobresale el xalnene, que consiste en la edificación de muros con una mezcla de arena, cal y piedra de la región que le otorga un aire rústico a los espacios, y que en el caso de la Capilla de San Nicolás de Tolentino se mantiene intacta en sus muros; de igual manera, su techo abovedado de ladrillo se mantiene en óptimas condiciones.
LA CAPILLA RESGUARDA UN CRISTO DEL SIGLO XVI
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En su interior el decorado consta únicamente un pequeño altar enmarcado por un cristo de caña de maíz y otro cristo ubicado en el costado derecho, una joya del siglo XVI que, a consecuencia del paso de los siglos, carece de una mano y ambas piernas.
No más de cinco bancas componen el área para los visitantes al templo debido a su reducido espacio; no por ello deja de ser favorito por la comunidad católica para celebrar bodas, XV años, bautizos, comuniones, así como rosarios y conmemoraciones, pues incluso en su pequeño atrio se realizan las homilías.
CADA 10 DE SEPTIEMBRE, SU FIESTA PATRONAL
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La Capilla de San Nicolás de Tolentino celebra su fiesta patronal cada 10 de septiembre, dedicada a su santo patrono quien fue un fraile italiano que, de acuerdo con las creencias de la iglesia católica, se le considera protector de las almas del purgatorio y el intercesor en las causas relacionadas con la maternidad y la infancia.
Este templo se encuentra abierto los sábados, pues principalmente este día por las tardes se ofician misas, sobre todo de celebraciones particulares.
- 2 templos integran el conjunto San Nicolás en la capital del estado.
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- La capilla fue edificada en el siglo XVI y dedicada a San Nicolás de Tolentino, mientras que el templo de los Niños Mártires fue construido en el siglo XVII.
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