A pesar de que en el 2012 Diana González perdió prácticamente la movilidad total de su cuerpo a causa de un accidente automovilístico, este desafío de la vida no ha sido un impedimento para alcanzar sus sueños de convertirse en una reconocida pintora que actualmente presenta su obra en destacados recintos como el Palacio de Cultura.
Con todo y la dificultad para tomar un pincel, Diana produjo una serie de acuarelas que si bien reflejan su tristeza a causa del fatídico accidente, también muestran que la determinación y los pensamientos positivos tienen el poder de transformar la realidad en una realidad más positiva.
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Diana González se encontraba disfrutando de unas vacaciones familiares cuando una pronunciada curva en una de las vertiginosas carreteras del istmo oaxaqueño le cambió la vida por completo. Una fuerte volcadura del auto que su padre conducía provocó un golpe tan fuerte que el estallamiento de una de sus cervicales lastimó severamente su médula espinal, ocasionándole la pérdida de la movilidad de sus extremidades.
La joven, en aquel entonces de 25 años de edad, tenía un futuro prometedor en el ámbito de la psicología. A punto de graduarse de la licenciatura, estaba decidida a emprender una carrera en la investigación y docencia, pero el destino le tenía otros planes: convertirse en una destacada pintora que hoy plasma en su obra los matices de su propia vida.
“EL CUERPO ROTO”, LA INSPIRACIÓN DE SU PRIMERA EXPOSICIÓN
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“El cuerpo roto” es su segunda exposición conformada por casi una veintena de acuarelas, la cual recientemente se presentó en el Palacio de Cultura. Se trata de una serie de piezas, creadas entre el 2018 y el 2022, con las que la artista -originaria de Ixtacuixtla- busca sensibilizar al público sobre los estereotipos del cuerpo perfecto y la necesidad de la inclusión de las personas con discapacidad.
Las acuarelas de esta exposición son un reflejo de los estados emocionales por los que la artista ha pasado desde su accidente en el 2012. Diana explica que los diferentes matices en sus piezas, que van desde los tonos azulados y verdes hasta los rosas y rojos, están relacionados con la psicología del color, pues buscan proyectar en el espectador diferentes estados de ánimo.
LA CUADRIPLEJIA NO ES UN OBSTÁCULO PARA CREAR ARTE
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Si bien desde niña Diana ya mostraba un talento natural para el dibujo, a raíz del accidente automovilístico sus ganas por canalizar sus emociones en el arte le hicieron focalizarse en mejorar su técnica; fue así como, a pesar de la pérdida de la movilidad, encontró la manera de potencializar su capacidad en las artes plásticas.
Los primeros dos años (después del accidente) estaba muy enfocada en rehabilitarme lo más posible, y a los tres pensé en qué iba a hacer. La pintura siempre me gustó pero no pensaba dedicarme a esto, yo iba a desarrollarme en la academia y estudiar una maestría y un doctorado, pero tuve que replantear mi vida profesional y fue como en el 2016 dije voy a dedicarme a la pintura
Debido a la cuadriplejia que le ocasionó la lesión en la médula espinal, Diana perdió el movimiento en brazos y piernas; sin embargo, eso no fue un impedimento para realizar sus primeras obras, las cuales creó con un pincel en su boca.
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Pinté con la boca unos tres meses o cuatro, después me pusieron un aditamento para sostener el pincel con la mano y empecé a pintar de manera frecuente y me decidí a lograr la técnica
DIANA ENCONTRÓ EN LA PINTURA UN SENTIDO DE VIDA
Tras casi una década de ese accidente, Diana hoy es una creadora de arte de tiempo completo, pues diariamente pinta entre 4 y 6 horas, y afirma haber encontrado en ello un sentido de vida.
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“Mi obra presenta mucha naturaleza de forma simbólica. La mayoría de las flores significan esperanza, felicidad y cuestiones positivas y los corazones remiten a las emociones, a los sentimientos, a esta parte que no es tan racional; además de que todas las mujeres que pinto yo, son un álter ego”.
La vida de Frida Kahlo le ha significado a Diana González una inspiración pues, al igual que la joven tlaxcalteca, la reconocida pintora logró sobreponerse a un fuerte accidente que le ocasionó múltiples fracturas en la columna vertebral, la clavícula, varias costillas y una pierna; a pesar de quedar incapacitada para realizar muchos movimientos, logró convertirse en una afamada pintora, una de las más reconocidas a nivel mundial.
Además de ser una exitosa pintora con dos exposiciones en su trayectoria y proyectos en puerta, Diana González González se considera una activista social a través del arte, sobre temas de inclusión y respeto a las personas con discapacidad.
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"No existe un único cuerpo que nos han vendido como fuerte, alto y blanco; mi obra es un discurso disidente para plantear la existencia de otros cuerpos que no se consideran como sanos o funcionales, pero habría que ver bajo qué parámetros decimos qué es lo normal y qué no”
Diana González, artista