Tras cinco años de permanecer silentes, la madrugada de este lunes 15 de mayo, tercero del mes, volverán a tañer las campanas de la basílica de Nuestra Señora de Ocotlán para anunciar su anual recorrido por las calles de la ciudad de Tlaxcala.
Aunque oficialmente no ha entregado a la comunidad el inmueble, el Instituto Nacional de Antropología e Historia dio por concluidos los trabajos de reconstrucción del templo dañado por el sismo de 2017, por lo que autorizó el repique de sus campanas.
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Así, la Iglesia católica llamará a la comunidad a ser parte del recorrido de la Patrona de Tlaxcala por las calles principales del centro histórico, con lo que revive la fe católica en el estado.
Es de recordar que en tres ocasiones la “Bajada” fue mermada por las restricciones causadas por Covid-19. En 2020 y 2021 la imagen no salió, y el año pasado la “Bajada” fue con lineamientos de bioseguridad.
Recientemente las autoridades federales anunciaron el fin de la emergencia sanitaria, por lo que integrantes de las sociedades de Caballeros, de Andas y de Palios, hombres que tienen la encomienda y responsabilidad de cuidar a la Virgen de Nuestra Señora de Ocotlán, auguran el arribo de más de tres mil fieles para participar en la fiesta católica.
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MÁS DE 360 AÑOS DE BAJAR A LA CIUDAD
De acuerdo con datos de la Diócesis de Tlaxcala, el origen de la fiesta por la “Bajada de la Virgen de Ocotlán” se remonta a la época del segundo capellán de la basílica, don Francisco Fernández de Silva (1691-1716), y aunque no existe una fecha exacta que indique cuándo inició, documentos históricos dan fe de que fue desde hace más de 300 años.
La fiesta católica es quizá la más importante para la feligresía de la entidad pues desde el 4 de abril de 1775 la Diócesis de Tlaxcala está encomendada a esa advocación de la Virgen María.
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De acuerdo con el padre Ornelas, el 27 de febrero de 1547 la Virgen apareció en tierras tlaxcaltecas en un árbol de ocote, y es venerada en el santuario erigido en su honor entre los siglos XVII y XVIII, en la comunidad de Ocotlán.
DOCUMENTOS QUE ATESTIGUAN ANTIGÜEDAD
Por otro lado, registros y documentos resguardados por el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala (AHET) refieren que esas festividades se llevan a cabo desde 1662, por lo que la celebración podría tener una antigüedad de más de 360 años.
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El testimonio más antiguo al respecto corresponde a la “Cronología de la muy Insigne, Noble y Leal ciudad de Tlaxcala”, escrita por Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, un cacique tlaxcalteca, que da cuenta de que la Virgen de Ocotlán bajó a la ciudad de Tlaxcala en octubre de 1662 en ocasión de las fiestas en honor a la Virgen de la Concepción.
A su vez, el fondo histórico del AHET resguarda documentos posteriores que hacen referencia al hecho. Uno de ellos es la petición que hacen, el 12 de junio de 1750, Francisco Antonio de la Rivas, Antonio Pérez y otros, para que la Virgen de Ocotlán pueda bajar en procesión y se le haga un novenario.
También existe una carta -sin destinatario- escrita el 22 de junio de 1757 por Manuel de Loayzaga, presbítero y capellán del santuario de Ocotlán, a través del cual se informa que la fiesta de la Virgen de Ocotlán será el tres de julio, por lo que invita al Obispo y le señalan el camino por dónde pasará la procesión.
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Otro pliego está fechado el 19 de noviembre de 1764. Es un mandamiento del teniente Jacinto de Leyva dirigido a la población para que durante tres días iluminen las calles y coloquen gallardetes en los balcones de sus casas para celebrar que el Papa Clemente XIII nombró patrona principal de Tlaxcala a la Virgen María con el título de Ocotlán.
El AHET resguarda otro testimonio que corresponde al 26 de abril de 1771, una petición de los capitulares de Tlaxcala dirigida a Juan Isidro Sologuren, abogado de la Real Audiencia, para que baje en procesión la Virgen de Ocotlán ya que había un problema de fiebres.
A esos se suman avisos de diferentes colores en los que anuncian solemnidades a la Virgen de Ocotlán con motivo del término de la guerra de los Tres Años (1858-1860), y en ese momento los católicos recurren a ella para agradecer el fin de la pugna entre conservadores y liberales.
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Los organizadores de las solemnidades integraban en ese entonces el cabildo de la ciudad de Tlaxcala.
Los avisos religiosos corresponden al 11 de abril y en ellos informan que el seis de mayo la Virgen bajará de su santuario a la iglesia parroquial (San José), que el 15 sería trasladada al exconvento de San Francisco, el 18 regresaría a la parroquia y el 20 nuevamente subiría a su templo.
HOMBRES PROTEGEN A LA VIRGEN
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Desde hace más de un siglo agrupaciones de hombres son los encargados de proteger a la Virgen de todo, ya sea amenazas, intentos de robo y de las inclemencias del tiempo.
Los grupos son: Sociedad de Andas (Tlaxcala y Ocotlán), Sociedad de Palios y Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán, y cada una tiene encomiendas distintas.
Los de Andas se encargan de asegurar la imagen de la Virgen sobre la plataforma (o anda, de ahí el nombre) en la que es transportada, y de cargarla en el recorrido de más de 12 horas que hace cada tercer lunes de mayo, pero también en todas sus procesiones.
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Los de Palios tienen la responsabilidad de protegerla de las inclemencias del tiempo. Los integrantes de esa sociedad cargan la manta y la estructura colocada sobre la Virgen.
La Sociedad de Caballeros de la Virgen de Ocotlán tiene la concesión de cuidarla de lo que sea. Surgió hace más de 100 años, en tiempos revolucionarios, precisamente en defensa de su imagen y de su templo.
La tradición oral cuenta que por ahí de 1917 el gobierno mexicano quería desaparecer el clero, por lo que se abocó a destruir capillas y sitios de culto religioso y Tlaxcala estaba incluida en esos planes.
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La basílica de Ocotlán sufrió ataques de tipo material por parte de revolucionarios y vándalos, pero las cosas empeoraron en 1918 cuando el párroco y vicario en turno fueron asesinados.
Incluso, en esa época algún integrante del grupo de rebeldes disparó en contra de la imagen de la Virgen de Ocotlán, ocasionándole un orificio en su hombro izquierdo donde quedó incrustada una bala.
Dicho acontecimiento provocó reacciones entre los católicos y sacerdotes, especialmente en el padre Rojas (párroco del barrio de Tlacomulco), quien organizó a varios jóvenes de esa época para cuidar de la imagen de la Virgen y de su templo.
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Una de las primeras acciones de los entonces llamados Jóvenes de la Virgen de Ocotlán fue evitar que la imagen fuera trasladada a Puebla, Diócesis a la que Tlaxcala pertenecía, pues con el argumento de protegerla de las agresiones las autoridades eclesiásticas solicitaron su traslado al vecino estado, pero el pueblo no estuvo de acuerdo.
Cuando intentaron llevársela a Puebla, justo a la salida de Ocotlán, municipio de Tlaxcala, por obra milagrosa la imagen se zafó de la carreta en la que era trasladada y entonces esos jóvenes, junto con el pueblo, la rescataron y la regresaron a la iglesia de Ocotlán. En memoria a ese acontecimiento, sobre la avenida Independencia hay un monumento a la Virgen.
Ante la insistencia de la Diócesis de Puebla de llevarse a la Virgen, la imagen fue escondida por más de un año en una excavación hecha en la iglesia de la Santísima Trinidad de la capital, y en ese tiempo fue custodiada por los Jóvenes de la Virgen de Ocotlán, quienes la devolvieron a la basílica cuando terminó la Revolución.
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CON CAMBIO DE VESTIDO ALISTAN A LA VIRGEN
Cada año, la Virgen de Ocotlán es preparada para salir a visitar la ciudad de Tlaxcala. Ayer sábado, los integrantes de las sociedades, el párroco de la basílica, las hermanas del Instituto de Coadjutoras del Apostolado Social y las madres del Sagrado Corazón participaron en el cambio de su vestimenta: la manta y la mantilla.
La donación y confección de las prendas de la Virgen queda en manos de las familias o personas que se lo solicitan al padre, pero el párroco les indica medidas y características que debe cumplir la vestimenta.
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LOS CAMBIOS PARA LA CELEBRACIÓN DE ESTE 2023
De acuerdo con integrantes de las sociedades de la Virgen de Ocotlán, este año la “Bajada” tendrá ligeras modificaciones en cuanto a horario y recorridos tradicionales.
A petición del obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, este 2023 la Virgen pasará por el monumento a los tres Niños Mártires de Tlaxcala, ubicado a la altura de la Plaza Bicentenario.
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Y puesto que el Hospital General de Tlaxcala fue traslado a Apetatitlán, mañana lunes no habrá misa ahí donde por muchos años albergaron al nosocomio. La Virgen hará una breve parada para un responsorio en el que los fieles pedirán por los enfermos.
La ruta seguirá como tradicionalmente se hace, con dirección a San Hipólito, a la Central de Autobuses de Tlaxcala, a la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y antes de regresar a su templo, en Ocotlán, frente a las instalaciones de la presidencia municipal de la capital el Obispo enviará un mensaje a las autoridades estatales.
NUEVO HORARIO DEL RECORRIDO
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En cuanto a horarios, mencionaron, la procesión iniciará una hora antes de la habitual, y a solicitud del Obispo será desde los primeros minutos del lunes; anteriormente era después de las 01:00 horas.
Comentaron que adelantar la salida tiene la intención de disfrutar de la celebración del recorrido, y que durante la procesión los fieles, los sacerdotes, las religiosas y los guardianes de la Virgen no vayan aprisa.
- El 27 de febrero de 1547 la Virgen apareció en tierras tlaxcaltecas en un árbol de ocote, y es venerada en el santuario erigido en su honor entre los siglos XVII y XVIII, en la comunidad de Ocotlán.
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- 3 ocasiones la “Bajada” fue mermada por las restricciones causadas por Covid-19. En 2020 y 2021 la imagen no salió, y el año pasado fue con lineamientos de bioseguridad.