Don Melitón no tiene conocimiento de los cambios climáticos registrados en el mundo, pero sabe que es tiempo de sembrar.
-Pero no hay "jugo" (en la tierra)- se le comenta.
-"Ah chinga, y eso qué. Dios manda y nos deja sembrar".
Esa, la de don Melitón, es su filosofía.
Y quizá tenga razón.
-¿Y si no llueve?
-"Mi ´señor´ aprieta pero no mata, no es cruel", comenta mientras no deja la pala con la que se apoya para trabajar.
El señor está sembrado sin un terreno "jugoso". La sequía ha sido cruel en Tlaxcala, pero se arriesga.
-¿Y si no nace?
-"Pues le damos otra vez, el maíz es lo más importante para nosotros o ¿usted come sin tortillas?"
Sabe sembrar con pala mientras sus hijos hacen surcos con el apoyo de dos bueyes viejos que arrastran un arado de madera.
-¿Usted sabe cuándo uno pierde la esperanza?- Pregunta, ahora él.
-¿Cuándo señor?
-"Cuando ya te vas a morir y te lleva la chingada y, por ahora, no será lo mío".
Es terco como él solo. Insiste en que tiene que sembrar y no le importa si las condiciones climatológicas cambiaron y los periodos en el campo también.
-"Va a llover. Dios manda".
Ante al fuerte calor, don Melitón, arroja a la tierra tres semillas, mira al cielo y dice: una para Dios, otra para el ratón y una más para el patrón.
-¿Y si ya no da la tierra?
-"Pues en casa tenemos nuestros ´animalitos´, los alimentamos y nos dan para comer".
Además del campo, don Melitón posee puercos, guajolotes y gallinas.
-"Son buenas ponedoras", expresa.
Se refiere a que, todos los días, las gallinas "ponen" huevos, alimento básico para el ser humano.
-"Son viejas pero no se rajan", señala.
En algunos negocios de venta de pollo a menudeo les llaman, en esa lógica animal, las "secretarias", porque siempre están dispuestas a la supervivencia.
"Pero un día dejaran de poner, el gallo se cansará y morirá… pero habrá otras y debemos enseñarles", explica.
-¿Y cómo se les enseña?
-"Primero se les alimenta y cuando ya quieren "echarse" se les carga, las persignamos y se les dice: "en el nombre sea de San Salvador, todas pollitas y un cantador".
-¿Y sí funciona don Melitón?
-"Eres hombre de poca fe, pero funciona. Alguien nos deja ser y es Dios", concluye.
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