En Tlaxcala, la violencia está presente en la mayoría de los embarazos de menores de edad. Cifras oficiales revelan que el 40 % de los embarazos adolescentes de 15 a 19 años fueron por violencia sexual y en los embarazos infantiles, de 10 a 14 años, todos tuvieron que ver con agresiones, puntualizó la directora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddeser) Tlaxcala, Rosario Texis Zúñiga.
Durante la conferencia “Niñas y adolescentes sin violencia, qué hacer para prevenir el embarazo adolescente”, la investigadora señaló que los siete municipios identificados con más casos son San Pablo del Monte, Huamantla, Tequexquitla, Calpulalpan, Tlaxcala, Chiautempan e Ixtacuixtla; le siguen Nativitas, Contla y Zitlaltepec.
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En el auditorio de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la especialista señaló que el embarazo infantil debe catalogarse como violencia sexual, “porque en las edades de 10 a 14 años no tendría que haber casos de niñas embarazadas”. Baja California, Chihuahua, Durango, Nayarit y Tlaxcala, son las entidades con mayor problema en embarazo infantil, tan solo en el 2022.
Rosario Texis precisó que el 60 % de las adolescentes que se embarazan es porque inician su vida sexual sin protección, sin acceso a métodos anticonceptivos, desinformados y en muchos casos con violencia de parte de su pareja. De ahí que, la educación integral en sexualidad es necesaria para que madres y padres de familia, cuidadores, docentes y autoridades fortalezcan el tema con los adolescentes.
La directora de Ddeser Tlaxcala argumentó que algunos determinantes del embarazo adolescente son la violencia sexual, matrimonio y uniones tempranas, falta de un proyecto de vida, de educación integral en sexualidades, abandono escolar e inicio temprano de una vida sexual sin protección.
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Abundó que en su diagnóstico recopilado desde 2021, observaron que Tlaxcala está permeado de machismo, subordinación de mujeres hacia los hombres, sumado a la inseguridad y moral conservadora que remite el tema de la sexualidad.
Rosario Texis reconoció que en Tlaxcala las autoridades todavía no logran identificar los casos de embarazos adolescentes, que es fundamental. En cuanto a la prostitución, argumentó que identificaron casos donde los padres de familia prostituyen a sus hijas por dinero.
Ni en las casas se sienten seguras, muchas de ellas pueden ser víctimas de abuso sexual por padres, tíos, abuelos. Ya está en las estadísticas a nivel nacional, los principales abusadores sexuales no están fuera, están dentro de los hogares
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Por lo anterior, se pronunció por la articulación de esfuerzos institucionales para erradicar el problema, reconocer que hay experiencias exitosas que pueden retomarse, armonizar el tema de matrimonio infantil, Ley de Niñas, Niños y Adolescentes y el aborto legal.
CIEN MENORES DE 10 A 14 AÑOS, PROMEDIO DE EMBARAZOS
Oscar Acosta Castillo, coordinador de Salud Sexual y Reproductiva de la Secretaría de Salud (Sesa), señaló que en promedio registran cien niñas embarazadas de 10 a 14 años y asociadas a la violencia.
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Luego, agregó que en Tlaxcala registran tres años con una disminución en los embarazos adolescentes de 15 a 19 años. Las cifras pasaron de cuatro mil 234 en 2019 a dos mil 835 en 2022.
Indicó que la tasa es de 70 embarazos adolescentes por cada mil mujeres embarazadas, según el Sistema de Nacimientos de la Sesa. “Si lo vemos por tasa quiere decir que cada vez más jóvenes proyectan su plan de vida más allá del ejercicio de la maternidad”.
Mientras que en porcentaje, expuso que de 18 mil embarazos, tres mil son de mujeres de 10 a 19 años de edad, por lo que el embarazo adolescente es un problema de salud y social.
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Admitió que hay un porcentaje alto de mujeres y hombres que no accede a educación, orientación y métodos anticonceptivos, pues el 18 % de los adolescentes inician su vida sexual.
Informó que en los servicios de IMSS-Bienestar disponen de métodos anticonceptivos, personal que oriente a los interesados y estrategias de apoyo al problema del embarazo adolescente.
DERECHO A LA SALUD
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Antes, la titular de la CEDH, Jakqueline Ordoñez Brasdefer, expuso que el derecho a la salud incluye el acceso a la información, los servicios de salud sexual y reproductiva. Es en la adolescencia donde mujeres y hombres experimentan cambios físicos, emocionales y sociales.
Planteó que la participación sustantiva de niñas, niños y adolescentes donde reconozcan, validen su voluntad y decisiones y derechos de una manera constructiva, generando espacios respetuosos que contribuyan a su desarrollo integral.
Tengan el acceso a la información precisa y recursos para tomar decisiones informadas sobre la salud sexual y reproductiva. Esto es un derecho humano, también una necesidad para el bienestar, remató.