Cientos de católicos se preparan para celebrar con devoción los 351 años que la Virgen de Ocotlán "baja" a la ciudad capital, celebración que se lleva a cabo cada tercer lunes de mayo, y que por segunda ocasión es encabezada por el Obispo de la Diócesis de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino.
Como parte del fervor que envuelve a devotos de todo el Estado, desde esta tarde se registró la llegada de fieles a la basílica erigida en su honor, para rendirle culto y agradecer todos los favores concedidos durante el año.
Previo a la salida de su templo algunos sacerdotes cambiarán el manto de Nuestra Señora de Ocotlán, para dar paso al tradicional recorrido en el que los feligreses demuestran su agradecimiento, confianza y amor por la Virgen que, a su paso es recibida con flores, globos, adornos diversos y coloridos tapetes.
Alrededor de las 02:00 horas de este lunes, centenares de creyentes se sumarán al recorrido de Nuestra Señora de Ocotlán por la ciudad de Tlaxcala y, como cada año, su primera visita será a la capilla de la Santísima Trinidad, entre canticos, luces de velas, música, rezos y porras, la Virgen será recibida por los fieles con una valla humana para facilitar su paso.
A las 03:10 horas en un conocido centro comercial se llevará a cabo la liturgia para adolescentes y jóvenes, mientras que las 03:40 horas arribará al mercado municipal y a las 04:30 horas habrá una misa al exterior de la Parroquia de San José, que se mantiene cerrada por los daños sufridos por el sismo del 19 de septiembre de 2017.
A las 07:00 horas se rendirá oración en el Hospital General de Tlaxcala, a las 09:00 horas estará en la Central camionera, a las 09:30 horas se llevará una celebración eucarística en la Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción; a las10:50 horas la imagen se detendrá frente al ayuntamiento de Tlaxcala; al mediodía prevén su llegada al Pocito de Agua.
El recorrido culminará con la eucaristía en la Basílica de Ocotlán presidida por el Obispo Julio César Salcedo Aquino a las 13:00 horas.
ORIGEN DE LA TRADICIÓN
De acuerdo con datos de la Diócesis de Tlaxcala los orígenes de la “bajada” de la Virgen de Ocotlán se remontan a la época del segundo capellán de la Basílica de Nuestra Señora de Ocotlán, Francisco Fernández de Silva, entre 1691 y 1716.
Aunque documentos resguardados en el Archivo Histórico del Estado de Tlaxcala refieren que las festividades se llevaban a cabo desde 1662, el testimonio de Juan Buenaventura Zapata y Mendoza, cacique tlaxcalteca señala que la Virgen de Ocotlán bajó a la ciudad de Tlaxcala en octubre de 1662 en ocasión de las fiestas de la Virgen de la Concepción.
Archivos que hacen referencia al mismo personaje señala que la Virgen visitó también la ciudad en octubre de 1682 debido a que se predijo una catástrofe por lo que la población se encomendó a ella.
Otro testimonio corresponde al 26 de abril de 1771 y se trata de una petición de los capitulares de Tlaxcala a Juan Isidro Sologuren, abogado de la Real Audiencia para que baje en procesión la Virgen ya que había un problema de fiebres.
Aunque el origen de la tradición no ha sido del todo definido, cada año se manifiesta la pasión de los católicos que la acompañan en peregrinación por templos y calles de la capital Tlaxcalteca, con singular alegría
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