Este Jueves Santo, la Diócesis de Tlaxcala no representó la escena bíblica en la que Jesús decide lavarle los pies a sus discípulos.
La contingencia sanitaria generada por el Coronavirus (Covid-19) obligó a la Iglesia católica a modificar sus ritos religiosos, haciéndolos a puerta cerrada y cancelando otros considerados no esenciales.
Y aunque el inicio del Triduo Pascual fue diferente por la emergencia sanitaria que se vive, el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, pidió a los fieles vivir el camino de Jesús a la Pascua desde su hogar, en compañía de sus familias.
En la misa vespertina de la Cena del Señor llevada a cabo a puerta cerrada en la basílica de Nuestra Señora de la Misericordia, en Apizaco, el máximo jerarca de la Iglesia católica en la entidad sugirió a los fieles - estos momentos de contingencia- adoptar el memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo como su camino hacia la Pascua.
En compañía de los sacerdotes Adrián Gutiérrez Pérez y Eduardo Rojas Sarubbi, insistió a los feligreses a proteger y cuidar de la vida, al acatar las recomendaciones de las autoridades civiles y eclesiásticas de no salir de casa para evitar contagios.
"Está contingencia nos muestra que nuestra fé no es únicamente para proclamar la en el templo", expresó. Al solicitar vivir estos días con fe y esperanza, pidió a la feligresía a no desfallecer ante la situación que se vive por el Coronavirus.
Este Jueves Santo fue diferente al de todas las ediciones anteriores en muchos aspectos, pues además de que las celebraciones fueron a puerta cerrada y transmitidas vía Facebook, el Obispo Julio César Salcedo Aquino no visitó el Centro de Reinserción Social, como tradicionalmente lo hace cada año, y tampoco hubo el viacrucis que reos escenifican para sus familias.
Con información de Moisés Morales
MÁS NOTAS