El esquema de seguridad del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, que opera sin la presencia del Estado Mayor Presidencial, funciona con base en tres cinturones.
El primero está integrado por seis personas, dos de ellas son mujeres, quienes responden a la orden directa de otro de sus integrantes, el libanés Daniel Assaf.
Este primer círculo tiene estudios universitarios y de Primeros Auxilios. Según la casa de transición, los miembros de la Ayudantía del tabasqueño aún no cobran por los servicios de protección y recibirán un sueldo fijo cuando entre el nuevo gobierno, que será declarado en el portal de Sujetos Obligados del Instituto Nacional para la Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
Assaf, el vigía
El coordinador Daniel Assaf se traslada con él permanentemente. Llegan juntos a los aeropuertos, se sientan en la misma fila del vuelo y se mueven de un evento a otro en la clásica suburban blanca.
La Ayudantía de López Obrador, que sustituye al Estado Mayor Presidencial, no trabaja de manera aislada. Para garantizar la integridad física del presidente electo, el equipo a cargo de Assaf se coordina con las Comisiones Estatales de Seguridad. Incluso, los alcaldes prestan elementos de la policía municipal, quienes conforman el segundo bloque de seguridad.
El coordinador de logística del tabasqueño, David León, exsecretario particular del gobernador Manuel Velasco, tiene como principal función ser el puente con los gobiernos estatales para coordinarse en los trabajos de prevención durante los mítines multitudinarios y las visitas a gobernadores.
Durante los vuelos, Assaf y León revisan el protocolo titulado “Gira de agradecimiento del presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Líneas generales de seguridad y logística”.
Alejandro Pérez, integrante de la seguridad municipal de San Luis Río Colorado, Sonora, explicó que antes del 21 de septiembre, cuando arrancó en este municipio la gira de agradecimiento del tabasqueño, el alcalde pidió que se apoyar la comitiva para organizar el acceso de los asistentes, el paso de la prensa, atender alguna contingencia durante el evento y controlar las entradas y salidas de López Obrador.
Y destacó que las indicaciones vienen directamente de David León, quien semanas antes, costeó vallas, templete y el circuito de seguridad alrededor del estadio de Los Algodoneros.
Ese mismo día, en el que López Obrador estuvo acompañado por el alcalde de Yuma, Arizona, Douglas Nicholls, el jefe de la policía preventiva de San Luis Río Colorado, Francisco Camargo, fue el responsable de controlar las entradas y dar la orden de salida para los asistentes.
En Tlaxcala, la Comisión Estatal facilitó 433 elementos para auxiliar en situaciones de riesgo y resguardo de la ciudadanía durante el mitin que se realizó frente al Palacio de Gobierno del estado, donde horas antes el presidente electo se reunió con el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez.
El personal de las comisiones estatales se distingue por portar camisa blanca, pantalón negro y gafas; mantienen comunicación constante con sus coordinadores, quienes visten camisa azul, y los miembros de la Ayudantía a través de chícharos y radios portátiles.
Chihuahua 216
El tercer cinturón de seguridad se ubica permanente afuera de la casa de transición conformado por cinco trabajadores, dos mujeres y tres hombres, de la Coordinación Territorial del CCH 7 del Ministerio Público de la Delegación Cuauhtémoc.
Alejandra, su coordinadora y quien pidió reservar su nombre completo, explicó que la delegación les brindó apoyo debido a la gran cantidad de gente que confluye frente a la casona de la Colonia Roma.
También apoyaron a controlar el acceso durante las visitas de los embajadores y los gobernadores de la zona fronteriza. Alejandra hacía guardia desde las nueve de la mañana hasta las siete u ocho de la noche, cuando llegaba y partía el exjefe de gobierno de la Ciudad de México; mientras que el resto de sus compañeros se alternaban en dos turnos para sobrellevar las largas jornadas.
En 2000, cuando Andrés Manuel López Obrador fue jefe de gobierno del Distrito Federal, éste señaló que prefería ser custodiado por mujeres porque visualmente era menos agresivo y permitía que las personas tuvieran confianza de acercarse a él.
Ha intentado mantener este mismo principio entre su cuerpo de seguridad, aunque en los últimos eventos de la Ciudad de México, ya se les ha visto con traje o vestimenta más formal que los distingue del resto de la gente.
Daniel Assaf, coordinador de la Ayudantía, y cinco miembros rotativos de ésta, viajan al pie del presidente electo, no portan armas ni ningún otro dispositivo de seguridad.
A diferencia de las Gacelas, quienes recibieron instrucción militar, ellos fueron capacitados para prevenir y atender algún tipo de contingencia.
“¿Las fotos son originales?, ¿tiene algún correo o número de teléfono? Anótelo aquí para contactarlo”, le toman los datos a los ciudadanos, quienes pese a los cambios, siguen subiendo al templete sin autorización, para tomarse selfies, abrazar y besar al futuro titular del Ejecutivo Federal.
Desde que se ha puesto en marcha el circuito de seguridad, los medios de comunicación han modificado también sus rutinas de trabajo.
Toman video y fotografías a unos 10 metros de distancia del excandidato, cuando camina hacia el templete, ya no suben tan asiduamente y tampoco hacen entrevistas en las escaleras al final del mitin, ahora esperan detrás de las vallas hasta que López Obrador se acerca para hacer el chacaleo.