La oposición en la Cámara de Diputados bloqueó la elección de la Mesa Directiva y obligó al PRI y a sus aliados a prorrogar hasta el próximo martes 5 de septiembre, fecha límite en la Ley Orgánica, para la votación que requiere las dos terceras partes del Pleno.
El conflicto legislativo escaló desde el Senado de la República, donde la pugna abierta entre PRI y PAN por la autonomía del Fiscal General de la Nación y el control de los órganos de gobierno reventó en una crisis interna del PAN.
Lo anterior, orilló al gobierno federal, ante la falta de condiciones políticas y un clima enrarecido, a enviar al subsecretario de Enlace Legislativo, Felipe Solís Acero, a la entrega-recepción del Quinto Informe de Gobierno, cuando el protocolo indicaba la presencia del titular de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El conflicto interno de los albicelestes se ratificó cuando Marko Cortés, coordinador del PAN en la Cámara baja, dijo que a la gente sin valor se le desprecia, mientras en un cartel colocado atrás del presidente del Senado, Ernesto Cordero, decía traidor.
El PAN conformó un bloque con PRD y Morena para frenar las aspiraciones del diputado priista Jorge Carlos Ramírez Marín como presidente de la Cámara de Diputados.
De acuerdo a los números, el PRI no salva una votación en su contra ni con sus aliados del Verde Ecologista, Nueva alianza y Partido Encuentro Social, pues juntos registran 266 legisladores, que no le da para las dos terceras partes que se requieren, contra los 230 del PAN, PRD, Morena y MC.
Para ganar la Mesa Directiva, los priistas necesitan 333 diputados que no los suman.
El panista Marko Cortés advirtió que no votarán la mesa directiva, que representa y conduce las sesiones, hasta que en el Senado se elimine el transitorio que permite el pase automático del procurador general de la República, Raúl Cervantes, como Fiscal General de la Nación.
El PRI, por su parte, fortaleció sus lazos legislativos con el Partido Verde al cederle ocho diputados para frenar el avance parlamentario de Morena; estrategia guardada hasta lo último, para evitar que Morena subiera a cuarta fuerza parlamentaria en lugar del PVEM, lo que significaría a los morenistas una vicepresidencia, comisiones y más recursos.
Con ello, el presidente de la Junta de Coordinación Política, el perredista Francisco Martínez Nery, salió a decir que sería el priista Jorge Carlos Ramírez Marín, quien ocuparía la presidencia de la Mesa Directiva para el periodo ordinario en turno.
Sin embargo, la sesión preparatoria, que se instala cada 1 de septiembre, abortó por falta de acuerdos en el Senado y fue decretado un receso de 32 horas y cuando se reanudó ni siquiera hubo votación para la nueva Mesa Directiva ni tampoco se informó que el panista Marko Cortés ocuparía la presidencia de la Jucopo.
Frente a la confrontación legislativa y sin ninguna oportunidad de ganar una votación por la Mesa Directiva, al no contar con las dos terceras partes que marca la ley, los legisladores priistas optaron por aceptar la prórroga en silencio y dejaron correr la sesión preparatoria y posteriormente la del Congreso General.
La Ley Orgánica del Congreso General textual dice: “la Cámara elegirá a la Mesa Directiva por el voto de las dos terceras partes de los diputados presentes…’’.
“La elección de los integrantes de la Mesa Directiva para el segundo y tercer año de ejercicio de la Legislatura, se llevará a cabo durante la sesión preparatoria del año de ejercicio que corresponda, garantizando que la presidencia de la Mesa Directiva para tales ejercicios recaiga, en orden decreciente, en un integrante de los dos grupos parlamentarios con mayor número de diputados que no la hayan ejercido.
El proceso será conducido por los integrantes de la Mesa Directiva que concluye su ejercicio. Si en dicha sesión no se alcanza la mayoría calificada requerida, esta Mesa continuará en funciones hasta el día 5 del siguiente mes con el fin de que se logren los entendimientos necesarios’’.
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