“Sin sindicatos libres y sin unidad, nunca seremos escuchados por los empresarios ni las autoridades ni la sociedad, porque hoy la mayoría de los sindicatos agrupan a trabajadores sin informarles de sus derechos, los mantienen desmovilizados y los desorganizan para convertirlos en sindicatos débiles que no representan una fuerza ni ante los empresarios ni ante ningún otro grupo de intereses contrarios a los de los trabajadores”.
Así lo manifestó el senador Napoleón Gómez Urrutia durante la constitución la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) al rechazar que se trate de una organización al servicio de Andrés Manuel López Obrador o del partido político Morena.
Argumentó que el objetivo de la CIT es unificar al movimiento obrero para que los derechos laborales sean una realidad y constituirse en un interlocutor con empresas y gobierno, así como terminar con viejas prácticas como el charrismo sindical, la represión, chantajes y amenazas hacia la clase trabajadora.
En el auditorio de la sede sindical de los mineros, anunció que la CIT está integrada por 10 federaciones y 150 sindicatos y presumió que con ésta se inicia una nueva etapa en la reivindicación de los derechos de los trabajadores, de la justicia laboral y la democracia sindical, y remarcó que esta naciente organización “no viene de arriba, ni es una agencia del gobierno ni de Morena”, ni es dirigida por nadie en lo personal.
Ante la presencia del líder del Sindicato Mexicano de Electricistas, (SME), Martín Esparza, de Rodolfo Guzmán, Secretario General de la Confederación Revolucionaria de Obreros Mexicanos, (CROM), Miguel Ángel Yudico, del Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes (SNTTTASS); refirió que este es un día histórico en la lucha sindical en México.
“Porque nace esta Confederación con sindicatos que están preocupados por la situación laboral del país, por la división sindical que existe, la falta de representatividad de la clase obrera, denuncias de abusos patronales, así como represión e intimidación y la falta de una participación democrática”, resaltó.
Gómez Urrutia dijo que es una deuda pendiente democratizar a los sindicatos y puedan sus integrantes elegir libremente a sus dirigentes, toda vez que la política laboral de los años pasados, fue errónea por lo que existe una deuda histórica para mejorar verdaderamente las condiciones de la clase trabajadora.
“No somos y lo he dicho y hoy lo reitero ni una agencia ni del gobierno ni del grupo político Morena, somos coincidentes con este gran proyecto de transformación y vamos a ir juntos en los avances y vamos a apoyar todo lo que represente verdaderamente transformar el mundo del trabajo hacia la justicia laboral, hacia la democracia y la libertad sindical apoyada en los proyectos del voto secreto, libre y directo”, anotó.
Sobre las críticas de sus adversarios, entre ellos varios de sus ex compañeros del sindicato minero, respondió que son producto de la ignorancia, la mala fe y de intereses creados, pues han vivido a costas de la clase trabajadora.
“No hagamos caso de cuantos vividores han surgido a lo largo de los años de la clase trabajadora, para los que estamos viendo hacia el futuro, hacia la modernidad con una visión verdaderamente de compromiso, ellos se quedaron en el pasado, representan la escoria de la clase trabajadora y nosotros queremos ver más hacia adelante y olvidarnos de esas prácticas”, describió.
Convocó a los integrantes de la nueva central confiar en el proyecto de nación del nuevo gobierno y dejar atrás las prácticas y vicios que destruyeron y dividieron al movimiento obrero, así como recuperar los salarios y prestaciones de los trabajadores que eran los más altos de América Latina antes de la firma del Tratado de Libre Comercio y que 25 años después son los de mayor rezago en esta misma zona.
En la conferencia de prensa posterior se le cuestionó sobre el emblema del organismo, del cual domina una cromática marrón, similar a la utilizada por Morena a lo que Gómez Urrutia respondió: “fue una coincidencia… no fue planeado de esa manera, y quiero aclarar, esta gran Confederación no surge de arriba, no surge del Gobierno, no surge del Senado ni de mí en lo particular, surge de toda una necesidad que existe en el país de muchas federaciones y sindicatos que se sienten solos, abandonados, que han sido reprimidos, lastimados, ofendidos”.
Igualmente negó que busquen desplazar a otras centrales sindicales como la CTM y UNT. Incluso adelantó que la CIT está abierta para recibir a todas las organizaciones serias y con “toma de nota sindical, sin importar ideología.
Entre porras de sus agremiados, el líder minero tomó protesta como dirigente de la nueva CIT y externó “son vientos de cambio son propicios para promover salarios y empleos estables y dignos”.
El también líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Siderúrgicos, Metalúrgicos enfatizó la necesidad de que las agrupaciones gremiales se sumen a la profunda transformación que se inició en el país.