Para Laura Rojas Hernández, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, lo más complicado de su año al frente de la Cámara baja fue mantener la institucionalidad del recinto de San Lázaro ante los intereses de los legisladores, incluso los de sus compañeros de bancada.
“Hacer lo debido bajo la ley, aunque no les guste a algunos, porque es imposible darle gusto a todo mundo y aquí lo importante es que estoy convencida que hice lo correcto y actué primeramente de manera legal, con las obligaciones del reglamento y de la Constitución y por otro lado actuando en defensa de las decisiones del Congreso”, dice la panista en entrevista con El Sol de México.
Lamenta que la pandemia y los bloqueos al Congreso de parte de manifestantes de diferentes sectores sociales le hayan restado tiempo, más de 12 sesiones para ser precisos, para llevar a cabo sus proyectos.
Sin embargo, al hacer un balance de su gestión al frente de la Cámara baja, rescata que, ante esta desventaja, pudo lograr avances, como impulsar una agenda paritaria de la mano del Grupo Plural de legisladoras y ordenar protocolos para esos bloqueos en San Lázaro, los cuales dice que generaron “un relajo”, pues nadie sabía cómo actuar.
En entrevista con El Sol de México, Rojas Hernández destaca en su balance, además de la agenda paritaria y de la vigilancia al presupuesto para las mujeres, que pudo reanudar la diplomacia con los congresos de otros países, pero, sobre todo, subraya, se pudo entablar acercamiento con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Explica que “se avanzó, pues insistió mucho en que había que tener un diálogo con los grupos parlamentarios y de la Cámara con el Presidente y se logró, se logró el primer encuentro”, al igual que se entabló un buen diálogo con el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
¿Qué le faltó por hacer diputada?
A mí me hubiera gustado poder aprobar las reformas para poder tener sesiones remotas o con reducción de quórum como están funcionado otros parlamentos en el mundo. Nos faltó tiempo también para poder capacitar a los secretarios técnicos, a las comisiones en el ejercicio de sus lineamientos, es un paso importante porque no teníamos estos lineamientos, porque el parlamento abierto es más que foros y conversatorios, pues se trata de una cultura de interacción con los ciudadanos.
También legislar con perspectiva de género para que sea algo transversal y una iniciativa que presenté para darle más certeza a los procedimientos de la conducción de las sesiones, ya que tuvimos varias discusiones fuertes en el Pleno debido a problemas de interpretación del reglamento. Me hubiese gustado tener discusiones sobre la actualización de nuestra Cámara, creo que hay enormes áreas de oportunidad para convertirla en una Cámara del Siglo XXI.
¿Cómo resolvió los debates entre legisladores del bloque mayoritario?
Lo que se tiene que hacer es reformar el reglamento para que los procedimientos sean lo más precisos y específicos posibles. Ya presenté esa iniciativa.
Su comportamiento fue en todo momento institucional.
Me tocaron dos momentos complicados, el primero cuando tuve que sacar adelante el presupuesto que propuso el Presidente de la República, y por otro lado promoví una controversia constitucional en contra de un acuerdo del Ejecutivo, porque también estoy convencida que era mi obligación como presidenta.