Iztapalapa abraza a nuestros hermanos y hermanas de Ucrania”, se lee en un cartel colocado en la entrada del albergue instalado en el Deportivo Francisco I. Madero, que da la bienvenida a 370 ucranianos en busca de tramitar desde la Ciudad de México su visa para ingresar a los Estados Unidos.
El lugar fue instalado por la Secretaría de Gobierno capitalina en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM) y la alcaldía Iztapalapa, el cual tiene una capacidad para atender hasta 300 personas; sin embargo, éste ya fue rebasado en tan sólo dos días, pues de acuerdo con el Instituto Nacional de Migración (INM) ya se contabilizan 370.
Los refugiados viajaron desde la ciudad de Tijuana, Baja California, hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por medio de un avión de la Secretaría de la Defensa Nacional, para su instalación en el Deportivo Francisco I. Madero.
De acuerdo con Anastasiya Polo, coordinadora de Unidos por Ucrania, todos los refugiados que se encuentran en el albergue de Iztapalapa tramitarán su visa en la embajada de Estados Unidos, pues, según el INM, ningún ucraniano busca quedarse en el país o viajar a algún país europeo.
La instalación, donde la mayoría de las familias portan un brazalete color verde para ser identificadas por las autoridades locales, está ubicado en un espacio abierto del deportivo que cuenta con cuatro carpas blancas que han sido divididas para instalar dormitorios de hombres, mujeres y familias, así como otras dos carpas para el área de comedor. También fueron colocados complejos sanitarios con regaderas y lavamanos.
Además, hay dos unidades móviles: una brinda servicios médicos y la otra es para la detección de casos de Covid-19.
Los 370 ucranianos, durante su estadía, utilizan las mesas para platicar, algunos otros juegan fútbol o voleibol, mientras que otros prefieren salir en familia para caminar y conocer el deportivo, rodar en bicicleta o hacer uso del skate park.
El idioma no ha sido ningún obstáculo para los niños ucranianos que se divierten y juegan con menores de Iztapalapa que visitan el deportivo.
En el skate park, un adolescente que iba junto con su hermano menor narró a este diario que fue testigo de la caída de cuatro bombas a las afueras de su ciudad.
En este escenario los adultos graban videos o hacen transmisiones en vivo para documentar su estadía en México.
Maxim, que arribó ayer al albergue junto con su esposa y sus dos hijos, dijo sentirse agradecido por el apoyo brindado en México, de donde viajará a Estados Unidos para reunirse con familiares.
“En el campamento hace un poco de frío por la noche, pero te dan una cobija, esa es una buena actitud de ustedes hacia nosotros y les agradecemos. Somos cuatro, mi esposa, mi hijo, mi hija y yo; mi hija tiene discapacidad. Vamos a viajar a Estados Unidos a visitar a familiares. Es muy difícil para nosotros esta situación, toda la gente está tratando de escapar de la guerra”, indicó Maxim en entrevista con El Sol de México.
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Dentro del refugio también se encuentra Tonya, de 22 años y originaria de Mariúpol. Aseguró a este diario que la situación es muy difícil en Ucrania, pues no hay comunicación y enfrentan una fuerte escasez de alimento y agua.
Así como ella, también se encuentra Nataliya, de 37 años y originaria de Irpin, quien declaró que salió de su país junto con sus cuatro hijos, pues su esposo murió hace cinco meses de Covid-19.