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De las 165 mil 877 piezas de armas aseguradas en aduanas mexicanas en 2021, 157 mil 837 (95 por ciento) fueron municiones y casi la mitad de éstas (43 por ciento) de las que utilizan los rifles AK-47, mejor conocidos como cuernos de chivo, uno de los fusiles de asalto más codiciados entre los grupos criminales en el país.
Esto representa más de 70 mil cartuchos calibre 7,62 x 39 milímetros decomisados en distintos puntos aduanales del país que tenían como destinatarios a grupos de la delincuencia organizada que los han utilizado en casos como la masacre de San Miguel Totolapan, Guerrero, el 5 de octubre, donde 20 personas fueron asesinadas, o en el atentado contra el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, el 26 de junio de 2020.
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El fusil de asalto Avtomat Kalashnikova modelo 1947, kaláshnikov AK-47 o cuerno de chivo, es un arma de uso militar muy poderosa debido al calibre 7.62 que usa y a su cadencia de fuego que alcanza los 600 disparos por minuto, según expertos y fuerzas armadas de diversas naciones.
Elisabeth Manjarrez Hernández, maestra en medicina legal y forense por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), afirmó que los rifles AK-47 tienen la característica de ser automáticos y disparar en ráfaga, lo cual origina mayores velocidades y energías de impacto de los proyectiles que disparan.
Detalló que los proyectiles de fusil con punta hueca o punta blanda, como los que utilizan los grupos criminales en los rifles AK-47, pesan ocho gramos y tienen una velocidad de 720 metros por segundo, con un alcance efectivo de entre 400 y 500 metros, por lo que su impacto en el cuerpo humano es sumamente letal, ya que perfora fácilmente los tejidos e incluso atraviesa los huesos.
Guillermo Alejandro Vadra, médico forense argentino por la Universidad de Lanús (UNLA), mencionó que una herida producida por proyectil de alta velocidad, como los que se utilizan en los cuernos de chivo “provocan habitualmente importantes lesiones óseas y/o de partes blandas, con una gran cavidad temporal y con una importante atrición muscular”.
De acuerdo con el Informe Estadístico del Sistema de Información Aduanero 2021 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP), del cual El Sol de México tiene una copia, el aseguramiento de estos cartuchos para armas de alto poder destructivo fue menor al registrado en 2020 en 58 por ciento, donde se reportaron 352 mil 599 decomisos de cartuchos.
Las aduanas donde se registraron el mayor número de aseguramientos en 2021 fueron las de Nogales, Sonora, con 55 mil 768 piezas; Nuevo Laredo, Tamaulipas, con 35 mil 807, y Reynosa, Tamaulipas, con 26 mil 401.
Apenas el pasado 13 de octubre, el canciller Marcelo Ebrard afirmó en Washington, Estados Unidos, que entre los principales logros del Acuerdo Bicentenario entre los gobiernos de México y Estados Unidos se encuentra el decomiso conjunto de 32 mil armas y 17 millones de cartuchos.
Acompañado del secretario de Estado de la Unión Americana, Antony Blinken, el secretario de Relaciones Exteriores dijo que “esas 32 mil armas significan 17 millones de cartuchos, y cada cartucho puede matar a alguien en México”.
“Es algo sumamente importante. No son cifras, son personas”, recalcó Ebrard Casaubón.
En las más de 40 masacres que han ocurrido en los cuatro años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, principalmente en Veracruz, Michoacán, Guerrero, Morelos, Sonora, Chihuahua, Oaxaca, Tamaulipas, Jalisco, Guanajuato y Zacatecas, y que han protagonizado grupos criminales en contra de civiles, se utilizaron fusiles de asalto AK-47.
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Además, en la demanda que presentó hace un año el Estado mexicano en contra de 11 empresas fabricantes y distribuidoras de armamento de Estados Unidos ante un tribunal en Massachusetts, se enumeran más de un centenar de crímenes desde 2004 en los que las armas utilizadas para matar habían sido traficadas ilegalmente desde la Unión Americana. Entre estas se encontraban los cuernos de chivo.
“Las compañías apuntalan a los criminales como potenciales clientes y apelan a los gustos de los narcotraficantes, que tienen entre sus armas predilectas rifles AK-47 y AR-15, además de que eligen seguir abasteciendo al mercado criminal de las armas en México porque se benefician de él”, se precisa en la demanda del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Uno de los episodios más controvertidos en el tráfico de este tipo de fusiles de asalto en la frontera norte se dio con la operación Rápido y Furioso, que se lanzó el 26 de octubre de 2009 entre los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Barack Obama.
La acción entre ambas administraciones se dio supuestamente para atrapar a los grandes capos del contrabando de armas, pero los agentes federales estadounidenses perdieron el rastro de unas mil 400 armas de los más de dos mil fusiles de alto poder involucrados, que incluían Barrett M-82 calibre .50, rifles de francotirador, revólveres FN Five-seven y calibre .38, así como distintas variantes del AK-47.
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