Este mes, el Edificio Tlatelolco en Plaza Juárez cumple 17 años de albergar la diplomacia mexicana, con una deuda de 336.1 millones de pesos, casi una cuarta parte del costo de su adquisición, estimado en mil 237 millones de pesos, sin contar IVA e intereses, el cual, el gobierno de Vicente Fox previó que se pagaría en 15 años, pero que por aumento en la inflación e intereses no ha podido liquidarse, de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a El Sol de México, vía Plataforma Nacional de Transparencia.
Según la información, proveniente de la Dirección General de Bienes Inmuebles y Recursos Materiales (DGBIRM); así como de la de Programación, Organización y Presupuesto (DGPOP), el gobierno de la Cuarta Transformación, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, es el que más ha pagado por el inmueble, un total de 529 millones 718 mil 417 pesos, derivado del aumento de la inflación y de los intereses del arrendamiento financiero que la administración de Vicente Fox firmó en 2006 con BBVA Bancomer, S.A. de C.V. para adquirir el edificio.
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El costo de lo pagado hasta hoy por la Cuatroté es 10 por ciento más elevado a lo que pagó Enrique Peña Nieto (476 millones 746 mil 576 pesos) en todo su sexenio y cinco por ciento más a lo derogado por el gobierno panista de Felipe Calderón.
Sólo el año pasado, la dependencia a cargo de Marcelo Ebrard Casaubon pagó un total de 137 millones 326 mil 800 pesos, lo que representó un gasto 13 por ciento mayor al registrado en 2021, cuando se pagaron 120 millones 932 mil 620 pesos bajo el esquema de financiamiento.
Este incremento, según Relaciones Exteriores, se debió principalmente al aumento de la inflación que el año pasado cerró en 7.82 por ciento, la más alta registrada en dos décadas.
El pago de capital e intereses por el edificio aparece en el Presupuesto de Egresos de la cancillería como una de las prioridades para este año, junto al gasto para la protección de mexicanos en el exterior y en cuotas a organismos internacionales, entre otros.
“La SRE ha establecido las siguientes prioridades de gasto, las cuales representan el 100 por ciento de las asignaciones presupuestarias, mismas que se ejercerán con base en los principios de eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez mediante la aplicación de las disposiciones en materia de austeridad: a) Gastos asociados a la protección, asistencia, prestación de servicios y atención de mexicanos en el exterior; b) Gastos de operación y de orden social de las Representaciones de México en el Exterior (RME); c) Gastos de promoción cultural de México; d) Pago de cuotas a foros, organismos y mecanismos multilaterales de los que México forma parte; e) Pago de Capital e Intereses del Arrendamiento Financiero del Edificio Sede de la cancillería en territorio nacional; y f) Gasto de Operación de materiales, suministros y servicios, necesarios para la operación administrativa”, señala la dependencia en una propuesta de presupuesto 2023.
DIECISIETE AÑOS
El Edificio Tlatelolco, ubicado frente al Hemiciclo a Juárez en la Ciudad de México, tuvo una primera ceremonia de inauguración el 29 de julio de 2005 en el último día de actividades del Presidente Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, antes de renunciar al cargo para iniciar su campaña por la Presidencia de la República en las elecciones de 2006, pero en ese entonces el inmueble aún no estaba terminado completamente por lo que fue hasta abril de 2006 cuando el entonces canciller, Luis Ernesto Derbez, lo inauguró por segunda ocasión e inició la Secretaría de Relaciones Exteriores oficialmente sus actividades en ese lugar.
La construcción del inmueble, a cargo del reconocido arquitecto Ricardo Lagorreta, formó parte del plan de rehabilitación del centro histórico, auspiciado en su mayoría por el empresario Carlos Slim, y que incluyó la remodelación de la avenida Juárez y de la Alameda Central.
Desde entonces, el mantenimiento del inmueble ha costado poco más de 260 millones de pesos, que se han pagado a empresas privadas, durante cuatro gobiernos: el de Vicente Fox que fue el que lo adquirió, bajo el argumento de generar un ahorro de 20 por ciento a lo que se gastaba en la tradicional sede ubicada en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco; el de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y ahora el de Andrés Manuel López Obrador.
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Este último, gastó el año pasado poco más de 35 millones de pesos en reparaciones y mantenimiento como la impermeabilización por la que pagaron en noviembre pasado un total de un millón 100 mil 133 pesos a Armando Flores, a quien también se le adjudicó un contrato por un millón 450 mil pesos para el mantenimiento del helipuerto con el que cuenta el edificio de 23 pisos.
La reparación de sanitarios, remodelación de comedores y mantenimiento de elevadores son otros de los gastos en mantenimiento que requirió el edificio el año pasado.
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