Las Fuerzas Federales han erradicado 91 cultivos de amapola y 66 de marihuana en lo que va de la administración federal encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, frente a los más de mil destruidos con Peña.
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La presión de Estados Unidos a México para el combate al tráfico de fentanilo y el cambio en la demanda del mercado ilegal de drogas ha impactado tanto en la cosecha como en la erradicación de la amapola y de la marihuana, explicó el investigador David Saucedo.
De la amapola se extrae la base para la fabricación de drogas como la heroína y la cocaína; mientras que la marihuana ha sido el principal activo de los capos mexicanos desde los años ochenta, hasta la llegada de la cocaína y las drogas sintéticas como las metanfetaminas y el fentanilo.
“Hay zonas del país donde ya no es rentable, tanto la marihuana como la amapola, normalmente son campesinos, de bajo ingreso, los que se dedican a la siembra y la cosecha; luego llegan intermediarios y compran la marihuana seca o la goma de opio, pero debido a la caída del precio de estas dos plantas ya no se está sembrando, porque dejó de ser rentable, a la llegada de drogas de diseño y su diversificación”, explicó Saucedo.
Sin embargo, los campesinos que trabajan en los cultivos ilegales son los más afectados por la destrucción de los cultivos y no las grandes estructuras del narcotráfico mexicano explicó Daniel Castillo Santander, Maestro en Seguridad y Estrategia Aplicadas, por la Universidad Exeter del Reino Unido.
Ambos expertos coinciden en que la reducción en el aseguramiento de plantíos responde a una demanda de otro tipo de sustancias por el mercado estadounidense, además de que a las grandes organizaciones criminales poco les ha afectado para sus múltiples negocios ilícitos, explicaron a El Sol de México.
Información obtenida a través de una solicitud de información a la Secretaría de Marina (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, destaca que los plantíos destruidos por las Fuerzas Armadas se sitúan principalmente en tres estados. Guerrero, Sinaloa y Baja California son las entidades con mayor número de plantas cultivadas de amapola y marihuana. En la primera entidad se cultiva principalmente amapola; mientras que en los estados del norte se cultiva marihuana, ambos con una presencia importante del cártel de Sinaloa.
Daniel Castillo Santander, profesor de la Universidad Anáhuac y especialista en narcotráfico, explicó que estas regiones son utilizadas para la siembra de las plantas porque suelen estar en puntos remotos, de difícil acceso y que les garantizan mayor seguridad ante un posible operativo del gobierno. “Son zonas de difícil acceso y de fácil protección, por lo tanto, es más fácil mantener un plantío en la sierra o en el triángulo dorado que en un lugar como el Estado de México que suele ser más plano con mayor visibilidad”, dijo.
También subrayó que estas comunidades están en condiciones particulares de vulnerabilidad y pobreza, además de un arraigo generacional en la cosecha de estas plantas, que venden a intermediarios y estos a su vez a los cárteles de la droga.
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“Son zonas muy remotas, muy vulnerables por el tipo de población que vive ahí, también tienen que ver con un arraigo cultural, histórico de que no han dejado de producir por generaciones lo que han producido desde el siglo XVIII”, detalló.
Saucedo comentó que otro factor que ha impactado en la reducción de la destrucción de plantíos es la falta de recursos para las Fuerzas Armadas para este tipo de operativos, ya que se han dedicado a invertir en otras áreas del Ejército y Marina. Mientras que Daniel Santander aseguró que la disminución se debe a que se ha demostrado que este tipo de medidas realmente no golpean a las grandes estructuras del crimen.