Más de 33 mil estudiantes de nivel medio superior atendidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) toman clases en planteles que tienen mobiliario de 30 años de antigüedad o más y están en malas condiciones.
Es por ello que la dependencia que encabeza Delfina Gómez solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) 72 millones 495 mil 184 pesos para la compra de muebles nuevos a fin de equipar los 42 planteles que son coordinados por la Dirección General del Bachillerato (DGB), dependiente de la Subsecretaría de Educación Media Superior.
Te puede interesar: SEP anuncia nuevos ejes para la política educativa
Las escuelas se localizan en los estados de Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
“Muchos de los bienes con los que actualmente cuentan los planteles fueron adquiridos desde las décadas de los ochenta y noventa, y si se considera que la mayoría de dichos bienes tiene una vida útil de cinco años, casi la totalidad de los mismos se encuentran en un estado deficiente”, se lee en la ficha técnica del proyecto subida a la plataforma de la Cartera de Inversión de Hacienda.
Pupitres, mesas, pizarrones, archiveros, sillas, ventiladores, escritorios, mesas para computadora, anaqueles y extinguidores son algunos de los 18 mil 728 equipos que la SEP busca sustituir con la inversión.
El documento detalla que la mayoría del inventario fue adquirido entre los años 1992 y 1996, aunque hay bienes que fueron comprados desde 1982, no se han reemplazado y “no es posible recuperar su funcionalidad con acciones de mantenimiento”.
De acuerdo con la secretaría, esta situación impacta de forma negativa a los alumnos porque estudian “en espacios deficientes e incómodos”, se “entorpecen las actividades académicas y administrativas”, se tiene “una disminución del proceso de enseñanza-aprendizaje” y “está generando la inhabilitación de espacios por la falta de equipamiento y mobiliario”.
“De seguir operando de esta manera, se corre el riesgo de no poder ofrecer servicios de calidad, lo que impactaría en el índice de absorción de estudiantes, disminuyendo la matrícula de la Educación Media Superior”, indica el documento firmado el pasado 11 de abril por la Coordinadora Administrativa de la DGB, Mónica Paniagua Legaspi.
El 9 de febrero de 2012 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la obligatoriedad de la educación media superior en México, aunque lo plasmado en la ley dista mucho de la realidad.
De acuerdo con los datos más actualizados de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), correspondientes al ciclo 2019-2020, 28.2 por ciento de los jóvenes de 15 a 17 años –edad típica para estudiar el nivel medio superior– no asistía a la escuela.
Como referencia, tampoco estudiaban 5.5 por ciento de los niños de 6 a 11 años en edad de ir a primaria y 10.3 por ciento de los adolescentes de 12 a 15 años en edad de ir a secundaria.
Y aunque entre 2010 y 2020 creció la asistencia de la población en edad de acudir a la preparatoria, pasando de 67 a 71.8 por ciento, Mejoredu indica que “aún es considerablemente baja con respecto al nivel educativo previo”.
Asimismo, 13 por ciento de los alumnos de nivel medio superior inscritos al inicio del ciclo 2018-2019, no se reinscribieron en el siguiente. Y esto fue antes de la pandemia.
Una evaluación del Programa de Formación de Recursos Humanos Basada en Competencias (PROFORHCOM), realizada en 2008, indicaba que una constante en los planteles de educación media superior era la falta de equipo, lo que docentes y directivos identificaban como un factor crítico para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Déficit mobiliario
Los bachilleratos de dependen de la DGB cuentan con dos programas diferentes: uno de carácter propedéutico y otro de carácter ambivalente. El primero prepara al estudiante para el estudio de diferentes disciplinas científicas, tecnológicas y humanísticas, y le proporciona cultura general para que continúe su educación superior o se incorpore al sector productivo. Es como una preparatoria normal.
La segunda modalidad cuenta con una estructura curricular integrada por un componente propedéutico y otro de formación para el trabajo, aunque no es propiamente una carrera técnica.
Anualmente atienden a una matrícula de 33 mil estudiantes y brindan 672 horas de formación por semestre.
De acuerdo con la SEP, para que sus 42 planteles de nivel medio superior operen de manera adecuada requieren 128 mil 930 bienes muebles, pero sólo cuentan con 88 mil 567, la mayoría en mal estado.
Es por eso que este año la dependencia planea adquirir 18 mil 728 equipos, de los cuales dos mil 829 corresponden a bienes de nueva adquisición y 15 mil 899 a sustitución.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Así planea disminuir su déficit de mobiliario, dando prioridad al equipamiento de aulas didácticas, aulas de usos múltiples, bibliotecas, laboratorios de informática, laboratorios multifuncionales, oficinas administrativas, salas audiovisuales y áreas de tutoría.
La etapa de inversión está planteada para iniciar en junio y concluir en diciembre de este año.