El ladrido de un perro se escucha entre todo el barullo de los trabajos por localizar más sobrevivientes en los escombros, inmediatamente el puño de un marino se levanta a modo de pedir silencio, cientos de puños lo siguen y el sonido cesa inmediatamente con la esperanza de que ese sonido no sea solo una alucinación ocasionada por el cansancio.
De nuevo se escucha otro ladrido, un sonido esperanzador emitido por un ángel canino, que anuncia la presencia de alguien bajó los escombros, lo más probable es que sea con vida, de inmediato todos los trabajos se concentran en ese punto, rescatistas, marinos, militares y voluntarios, nunca es fácil llegar al punto exacto pero después de varios intentos lo logran, otra persona sale de los escombros, malherida pero al final del caso con vida.
Frida, Echo, Evil, Titán, Kublay, Ariel, Mina, Gala, Gery, Baco, Nala, Dean, Drago, Akashia, Chichí, Baco y Humo son los nombres de los perros rescatistas pertenecientes a diferentes corporaciones, que dieron esperanza a miles de personas que los vieron trabajar en las horas posteriores a los sismos del 7 y del 19 de septiembre.
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El caso más emblemático es el de la perra labrador Frida y los dos Pastores Belgas Malinois Echo y Evil, héroes peludos pertenecientes a la Secretaría de Marina, Armada de México que hasta la fecha son admirados por aquellos los vieron trabajar, los que les deben la vida y quienes cómo sabuesos trataban de rescatar los cuerpos de sus familiares.
Estos perros de rescate son seleccionados y entrenados a partir de los tres meses, primero deberán de socializar con aquel o aquella que será su manejador y compañero de por vida, pasada esta etapa y hasta que cumplan el primer año de vida inician su entrenamiento, ya sea para búsqueda, ubicación y rescate de personas vivas, localización de explosivos y detección de narcóticos.
Por poco más de año estos perros héroes son introducidos a la manada y sometidos a las pruebas necesarias para especializarse en su rango, en el caso de Frida fue la localización de cuerpos y el rescate de personas con vida, labor que le ha permitido tener en su cuenta a más de 50 personas encontradas con vida a lo largo de sus ocho años de carrera, 12 de los cuales fueron en Juchitán Oaxaca tras el sismo de 7.1 grados que sacudió gran parte del país el 7 de septiembre.
La labor de estos peludos esperanzadores fue ardua, los primeros en tocar las escenas son Echo y Evil, sus patas izquierda y derecha, ellos se encargan de recorrer el terreno y reconocer algún rastro, que por más leve que sea, estos dan con él; la regla es simple ladridos significan vida, y los cambios en su comportamiento y lenguaje corporal significan muerte, así de sencillo y de complejo resulta su trabajo.
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Tras su inspección, la labor de Frida y de su compañero, el Tercer Maestre de Infantería, Israel Arauz Salinas, comienza pues al ser una perra veterana tiene en conocimiento necesario para localizar exactamente la ubicación de una persona ya que a su fría y mojada su nariz no se le escapa nada.
Desgraciadamente el tiempo no pasa en vano y esta heroína está en la recta final de su carrera por la edad, a sus nueve años la única limitación que empieza a observase es su rendimiento, su tiempo de acción se reduce a 15 minutos y su descanso se prolonga por dos horas o más, dependiendo del clima y la situación en la que se encuentre; los lineamientos marcan que cuando uno de estos canes empieza a desarrollar alguna enfermedad o a presentar alguna limitación en su movilidad, son jubilados
Su futuro no es incierto, en algunos casos estos perritos permanecen con sus manejadores por el vínculo creado y otras veces, dependiendo de la edad, son otorgados al personal naval.
A casi 365 días del 19 de septiembre, la ciudadanía permanece fiel a su admiración y respeto a estos canes, no por nada comenzaron a salir los recuerditos, playeras, amuletos y demás parafernalia que permitiera recordar por mucho tiempo las labores que hicieron estos peludos dadores de esperanza durante las horas más negras, tal vez algunos lo hicieron ataviados con sus googles, chalecos y botitas como Frida, Echo y Evil y otros simplemente ayudaron a salvar una vida con solo un collar y una correa.