Con el sonido del huéhuetl y acompañados por el humo del copal, 40 minutos después del mediodía, al menos 10 calpullis, integrados por más de un centenar de personas, celebraron la llegada del Año Nuevo Mexica, Siete Carrizo, (Chicome Acatl) que representa la unidad interna.
El líder espiritual del Supremo Consejo Indígena Pluricultural Mexicano, Mexihko Franco Armenta, explicó que la ceremonia comienza con un saludo a las siete direcciones, para luego iniciar la fiesta de celebración; posteriormente se hace una danza y después se reparte la palabra a los dirigentes de cada calpulli.
Primero, dijo, se quema el pantli, es decir la bandera que representa al año viejo, La del Año Seis Conejo, y se presenta la bandera del nuevo año, que es la del Año Siete Carrizo; con el toque de caracol se saludan las siete direcciones, que son los cuatro puntos cardinales, así como el arriba, el abajo y el corazón.
Luego se rellenan los carrizos con semillas y se hace un atado que se sella para resguardarlo durante este año y quemarlo el año que viene.
Armenta explicó que el carrizo representa la unidad, en este caso, se habla de la unidad de las siete cabezas de la serpiente representadas por los siete anillos cervicales, es decir la unidad interna de las personas.
Detalló que de acuerdo con la cosmovisión mexhika, cuando la energía de la serpiente de fuego sube en forma de serpiente por la Columna vertebral, toca los siete anillos cervicales para llevar energía al corazón de las personas, por lo que de acuerdo con el tonalámatl, este año es de unidad interna para generar cambios en el exterior.
El calendario mexica es en realidad un sistema de cómputo que no es ni calendario ni es Azteca, como comúnmente se piensa, esto debido a que los siete pueblos que llegaron a Aztlán eran Aztecas, pero quienes elaboraron la piedra del sol eran los mexicas, “no es azteca, es mexihka”.
Al respecto, explicó que este sistema se basa en una cuenta 13/20, apegada al fundamento del orden cósmico, es decir, que considera 20 fundamentos de la Piedra del Sol, que son los 20 puntos de apoyo que cada persona tiene y que son los 20 días. Para hacer la cuenta 13/20, se habla de las 13 coyunturas en el cuerpo humano.
Detalló que la cuenta de los días, de acuerdo con la cosmovisión mexica, considera 18 meses de 20 días, los cuales suman 360 días y los cinco restantes, que se llaman nemontemi, son aquellos que se utilizan para la reflexión interna y agradecer lo recibido en el año y lo que se aportó para beneficiar a la humanidad.
“Todo ello en apego a que en nuestras culturas desarrollaron un orden cósmico en interacción con la naturaleza a través de la función racional del ser humano”, explicó Franco Armenta.
Dijo que lo que se celebra es el comienzo de un nuevo ciclo, sin embargo, puntualizó en la necesidad de no olvidar que la cuenta del tiempo de la cosmovisión prehispánica era una ciencia exacta, en contraparte con el calendario juliano sobre el que nos basamos.
Al respecto, explicó que el calendario actual tiene doce meses por las 12 tribus de Jacob y los 12 discípulos de Jesús, sin embargo, cuando repartieron los días les sobraban 10, que no supieron cómo acomodar por lo que hicieron meses de 30 y 31 días y uno bisiesto, de esa manera pudieron integrar los tiempos de una manera más o menos correcta.
Para los mexicas el tiempo es exacto y perfecto, y la celebración por la entrada del Año Nuevo siempre se ha realizado, aunque con el paso de las administraciones era un movimiento reprimido, sin embargo estas ceremonias siempre se han hecho, aclaró.