Mateo es un joven de 25 años con Síndrome de Down que recibía atención médica y medicinas en una clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Sin embargo, en los últimos meses dejó de recibir tratamiento y medicamentos porque en la Clínica Familiar del Valle, donde se atendía, alegaron que había desabasto.
Con su salud y vida en riesgo, Mateo promovió un amparo y un juez ordenó a las autoridades de Salud brindarle la atención médica de la más alta calidad, suministrarle los medicamentos necesarios y que el desabasto fuera combatido y mitigado cuanto antes.
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El juez Gabriel Regis emitió su sentencia en un formato de lectura fácil para que Mateo pudiera comprenderla a la perfección.
“Quiero que sepas que para nosotros es muy importante proteger tus derechos al igual que a cualquier persona. También quiero platicarte que observé que te dieron una consulta y medicamentos, pero no te proporcionaron completo tu tratamiento, tal como me lo hiciste saber, lo que ha puesto en riesgo tu salud”, señala el resolutivo.
Incluso el juez Regis, respetando todas las medidas sanitarias por la pandemia, acudió a la casa de Mateo para explicarle su resolución y preguntarle si estaba dispuesto a ratificar la demanda que había promovido.
“Dicté una sentencia en la que estoy obligando a las autoridades de la Clínica Familiar del Valle a que respeten tu derecho a la protección de tu salud, por lo que tienen que brindarte la atención médica, y principalmente darte tus medicinas a tiempo y completas.
“Es importante que sepas que también ordené a las autoridades hagan todo lo necesario para que puedas continuar con tu tratamiento, y eso te permita lograr con éxito lo que te propongas”, le detalló el juzgador.
El juez dijo a Mateo que estará pendiente que las autoridades cumplan con lo ordenado en la sentencia.
PIONEROS
Esta no es la primera sentencia que se emite con un formato de lectura fácil. El Sol de México dio a conocer el caso de Marichuy, una menor que estudia el quinto año de primaria y que logró velar por la seguridad e higiene de sus compañeros de clase luego de obligar a las autoridades educativas del estado de San Luis Potosí a mejorar las instalaciones de la escuela primaria José María Pino Suárez a la que acude, haciendo valer sus derechos como niña.
Con una resolución ejemplar, Laura Coria Martínez, juez Octavo de Distrito en San Luis Potosí, conversó con la niña y resolvió a su favor.
En octubre pasado, una jueza había resuelto un caso similar al de Mateo, pero en aquella ocasión la afectada era una niña de Aguascalientes con cáncer a la que el IMSS había negado medicamentos bajo el argumento de que no había.
En la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) también se han emitido sentencias de este tipo, siendo pionero el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien presentó un proyecto de resolución con dicho formato que fue avalado por la Primera Sala.