Guantes, mascarilla, lentes y un traje especial son algunos de los accesorios que implementaron las distintas funerarias del país para su personal, y así evitar el contacto directo con cadáveres de fallecidos por Covid-19.
Además del cuidado que cada empresa decidió establecer ante la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también hace algunas consideraciones y sugiere que antes de ocuparse de un cuerpo se tengan a la mano los equipos de protección personal.
“Si la familia desea solamente ver el cuerpo, sin tocarlo, puede hacerlo siempre que tome en todo momento las precauciones normalizadas, en particular la higiene de las manos. Hay que dar instrucciones claras a la familia de no tocar o besar el cadáver”, menciona la OMS.
A continuación te compartimos algunas de las medidas de distancia e higiene que pide acatar la OMS y la Agencia de Protección Sanitaria del Gobierno de la Ciudad de México.
DECESO EN EL HOSPITAL
El cadáver debe ser transferido lo antes posible a la morgue de la unidad. Antes de su traslado, puede permitirse el acceso a dos familiares o amigos, pero no debe haber contacto físico.
El personal que manipule el cuerpo estará protegido con guantes desechables, cubrebocas, bata de manga larga y careta protectora.
Las autoridades sanitarias también recomiendan reducir al mínimo los movimientos y manipulaciones del cuerpo, que deberá enfundarse en una doble bolsa impermeable antes de retirarlo de la unidad hospitalaria.
Es necesario que el servicio funerario sea previamente informado sobre el riesgo y medidas preventivas que se deben observar para estos casos.
DECESO EN CASA
En caso de que el paciente fallezca en el hogar, es necesario acudir a un médico que emita el certificado de defunción, este debe estar en presencia del cadáver (protegido y a distancia); si la muerte está vinculada al Covid-19, será necesario notificar a Jurisdicción Sanitaria.
La familia no debe manipular el cuerpo, es necesario esperar al personal de la empresa funeraria contratada y que utilizará protección personal. La empresa notificará la muerte a Jurisdicción Sanitaria.
El traslado se hará en un féretro cerrado, dentro del cual se colocará el cuerpo conservado al interior en bolsas cerradas y sanitizadas.
EN LA FUNERARIA
Las recomendaciones sanitarias incluyen instrucciones para las funerarias. La primera de ellas es que el depósito de cadáveres debe mantenerse limpio y bien ventilado en todo momento; la iluminación debe ser adecuada.
Las superficies y los instrumentos deben estar hechos de materiales que faciliten su desinfección.
Es necesario contar con filtro en la entrada del establecimiento, así como restringir el acceso a personas con sintomatología respiratoria y tomar la temperatura de quienes ingresen a los sitios.
Durante el homenaje a la persona que partió, las autoridades sanitarias recomientan evitar los actos de velación, misas o rezos en las salas de la funeraria, al tiempo que detalló que es preferible que las personas mayores de 60 años y menores de edad no asistan al velorio.
Los familiares y amigos pueden ver el cadáver una vez que se haya preparado para el entierro, pero no deben tocarlo ni besarlo, así como mantener las recomendaciones de la Jornada Nacional de Sana Distancia, que incluyen un distanciamiento de al menos 1.5 metros en relación con el resto de la gente, así como el estornudo de cortesía.
El sepelio debe durar menos de cuatro horas y el número de asistentes tiene que limitarse a 20 personas, y el ataúd deberá permanecer cerrado en todo momento.
Para trasladar al cuerpo no se deben reutilizar los féretros y el vehículo donde se traslade debe desinfectarse antes y después del servicio.
Otra recomendación es realizar una necropsia clínica o patológica sólo en caso de que sea estrictamente necesario.
Ambas dependencias piden garantizar las medidas higiénico-sanitarias, tratar los cadáveres con respeto, dignidad y consideración, y con apego a los derechos humanos de sus deudos.
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