Ante el alza de delitos de un 15 por ciento durante los últimos dos años en el estado de Guerrero y la alerta de un levantamiento armado de parte del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas para defenderse de los grupos del crimen organizado el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó la situación en esas dos entidades y se limitó a expresar que su Gobierno está trabajando para alcanzar la seguridad.
Este viernes El Sol de México le preguntó al presidente respecto a la alerta roja de violencia en Guerrero y Chiapas a lo que respondió: “Estamos trabajando para serenar al país, para garantizar la paz, la tranquilidad. Todos los días estamos en eso”.
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Asimismo, presumió que su Gobierno es el único en el mundo que mantiene reuniones de gabinete de seguridad todas las mañanas. El mandatario ironizó que esto no sirve y “hay que seguir durmiendo”.
Apenas el 25 de julio pasado, el presidente López Obrador se congratuló de una presunta reducción de los asesinatos dolosos en el país en 2022 en un 9.7 por ciento y aseguró que su andministración concluirá, de continuar la tendencia, con una reducción del 20 por ciento en homicidios. Pero estos datos, señalan expertos, son una cortina de humo, pues se están reclasificando los delitos.
Este viernes, en relación a la violencia que inunda el país, El Sol de México publicó en su primera plana que, en los últimos dos años, el estado de Guerrero padece un alza de 15 por ciento en delitos y que tan sólo en el mes de julio se registraron 103 asesinatos en el estado, entre ellos el de un promotor político del aspirante presidencial morenista, Marcelo Ebrard.
Por lo que respecta a Chiapas, una investigación especial de este rotativo reveló que los dos principales grupos del crimen organizado en el país, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa (CDS), se están disputando el control del estado, para poder traficar drogas y armas. Además, que grupos de ex miembros de las Fuerzas Especiales del Ejército de Guatemala, conocidos como Kaibiles controlan puntos ciegos de la frontera, protegiendo las operaciones criminales.
Este diario reveló el lunes pasado que seis células criminales están disputando el territorio chiapaneco y Motozintla es una de los municipios que más padece la guerra entre el CDS y el CJNG, mientras que, en el municipio de Comitán, empleados de Gobierno señalan que en cuanto comienza a oscurecer la disputa entre estos grupos impide transitar con libertad a sus habitantes.
En la emblemática ciudad de San Cristóbal de las Casas, cientos de jóvenes han sido reclutados por el crimen organizando formando el grupo delictivo “Los Motonetos” y han paralizado en varias ocasiones a la población.
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Ante esta situación el presidente reconoció en esta semana el martes, a pregunta expresa de este diario, que sí hay grupos criminales antagónicos que disputan el control de Chiapas, esto por la quema de vehículos en Mazapa de Madero-Amatenango.
Sin embargo, dijo que el conflicto se da sólo en la Frontera en Chiapas con Guatemala, cerca del municipio de Comalapa.