Una mueblería, con 122 sucursales en varios estados del país, buscaba continuar con la venta y alquiler de sus productos y apoyos financieros a pesar de la emergencia provocada por el Covid-19 sin embargo, un tribunal federal concluyó y confirmó que la venta de muebles no es una actividad esencial ante la pandemia.
La empresa RAC argumentó que su negocio es indispensable para que la gente de bajos recursos “pueda hacerse de enseres básicos, con pagos semanales accesibles y con la opción abierta a que puedan llevar a cabo la compra del bien en el momento en que su situación financiera se lo permita”.
Sin embargo, los magistrados federales señalaron que el cierre de las tiendas no tiene como fin evitar que lleve a cabo su actividad comercial, sino que por el momento no puede hacerlo mediante la atención personal en la propia tienda, pero sí por vía electrónica o a distancia.
Esta determinación marca un antecedente en caso de que otras cadenas de mueblerías quieran ampararse ante la prohibición de mantener abiertas sus tiendas físicas.
“Las actividades vinculadas a la rama alimentaria, consideradas como esenciales, son todas las tendentes a satisfacer las necesidades de dieta, desde las primarias (cultivo), hasta las de almacenamiento, transporte, distribución, preparación y consumo, pero no la venta de estufas o refrigeradores en situación de pandemia, donde lo más importante, es evitar contagios y no que las personas puedan adquirir ese tipo de bienes.
“Tampoco es de estimarse esencial para efectos de la suspensión con motivo de la pandemia, el alquiler y venta de celulares, laptops, tablets y consolas de videojuegos, pues no se ve que sean de tal manera indispensables o necesarios frente a las medidas tomadas para la mitigación y control de los riesgos para la salud que implica la enfermedad que ocasiona el virus”, destaca la resolución.
Los juzgadores puntualizaron que la empresa no acreditó dedicarse al sector financiero, como lo aseguró en su demanda, pues no es una institución de crédito legalmente constituida como tal.
Y es que en su demanda la mueblería RAC aseguró el modelo de negocio de confianza que maneja “ha probado su éxito durante diez años y no puede verse totalmente interrumpido por cierres totales; ya que, de suceder esto, enfrenta una inminente y acelerada bancarrota”.