Para fomentar la comunicación y difusión del derecho al empleo formal de las personas refugiadas, a fin de que los empleadores conozcan el marco normativo vigente para su contratación, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), delinean estrategias, convergen esfuerzos y colaboración.
La intención es triplicar la incorporación de refugiados y solicitantes de asilo en México al mercado laboral y optimizar los servicios de vinculación en estados donde la población refugiada no compite en el empleo con la población local.
Según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), en 2014 el país recibió dos mil 137 solicitudes de asilo, número que se incrementó a 70 mil 302 el año pasado, por lo que es determinante eliminar las barreras de acceso al empleo formal que sufren estas personas.
Por ello, a través del Servicio Nacional de Empleo se fomenta la percepción entre los empleadores de que se trata de personas con amplia fortaleza y preparadas para cumplir cabalmente con responsabilidades laborales.
“La STPS es un aliado esencial para que cada vez más empleadores conozcan que pueden contratar a personas refugiadas y las que consideren hacerlo. La retroalimentación que hemos recibido de empresas que ya contratan personas refugiadas, es que son agradecidas con la oportunidad laboral que se les presenta y eficientes en su desempeño”, aseguró Mark Manley.
El Representante de ACNUR en México, informó que entre los Estados que brindan servicios de vinculación laboral para personas refugiadas destacan Coahuila, Jalisco, Nuevo León, Aguascalientes, San Luis Potosí, Querétaro, Puebla y Guanajuato.
El marco normativo en México es incluyente y brinda tanto a personas refugiadas como solicitantes de la condición de refugiado, el derecho a regularizar su situación migratoria y a gozar
Y se ha caracterizado históricamente por dar protección a ciudadanos de otras naciones que soliciten asilo. Y por su posición geográfica, México es una nación de tránsito para migrantes que se dirigen a Estados Unidos.
Sin embargo, ante la dificultad de pasar, cada vez más migrantes terminan por radicar en el país y tramitan su estatus de refugiados.
El alza en el número de solicitudes de asilo responde principalmente a las condiciones en los países de origen de los solicitantes, que les obligan a huir para salvar sus vidas, pero también responde al fortalecimiento del sistema de asilo en México.
Los refugiados representan la diversidad cultural de la región, aportan nuevos conocimientos y experiencias a las empresas, lo que repercute en un incremento de la productividad. Su contratación impacta de manera positiva entre las empresas socialmente responsables, dijo.