Cada año ingresan a territorio mexicano hasta medio millón de personas que buscan llegar a Estados Unidos; y dos millones de cruces fronterizos entre Guatemala y México por relaciones laborales o comerciales. Además, se ha incrementado en “miles la solicitud’’ de refugio de venezolanos, dijo el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas.
“El segundo grupo de migrantes por nacionalidad después de Honduras, es la población venezolana; la mayor parte de población solicitante de refugio en México, proviene de Venezuela. Y el flujo migratorio de Colombia en los últimos años ha alcanzado a más de dos millones de personas ya sea con visa de turismo, trabajo o visitante temporal, ha venido a nuestro país’’.
También hay migrantes de África, Ásia, India, Pakistán, Congo, Nueva Italia, Etiopía y de países que en ocasiones los migrantes no conocen su ubicación geográfica, lo cual representa problemas serios en el reconocimiento de sus derechos. En muchos de los casos nuestro país no solamente no existen embajadas y consulados que puedan darles un reconocimiento consular para asumirlos como ciudadanos de sus países de origen, lo cual genera un fenómeno con ciudadanos “apátridas’’, explicó el funcionario.
Durante el encuentro sobre la Nueva Política Migratoria del Gobierno de México y la Carta de Palermo, en el que participó Leoluca Orlando, alcalde de Palermo, celebrado en el Senado, Alejandro Encinas pidió que el Congreso eleve los derechos en todo el país de los migrantes, tal como ocurre en la Ciudad de México que toda persona es “sujeta plena de derechos’’.
Destacó que México ha dejado de ser ya un país expulsor y de tránsito de migrantes, para convertirse en un país receptor. “La nueva política migratoria con enfoque de derechos humanos busca dejar atrás las políticas de criminalización, discriminación y estigmatización de las personas migrantes en nuestro país, para constituirlos en sujetos plenos de derechos’’, refrendó el subsecretario de Gobernación.
Dijo que vienen tiempos nuevos importantes en materia de política migratoria y se requiere de una mayor cooperación internacional; por eso no es de desestimar construir un fondo de inversión en Canadá, Estados Unidos y México, para retomar el desarrollo en el triángulo norte de Centroamérica.
Hay una base importante para realizar inversiones significativas, las inversiones en obras y programas estratégicos en el sur de país, reconfiguraran todo el mercado laboral, inclusive de Centroamérica, pero también hay que propiciar el desarrollo de los países expulsores donde la gente por situaciones de pobreza y violencia, están buscando una nueva oportunidad.
Y en esto la cooperación internacional es fundamental, concluyó.