La violencia generada entre las organizaciones criminales de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación han puesto al municipio colimense de Tecomán, como el más violento de México, según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, en su Índice de Violencia Municipal 2017, en donde Tecomán obtuvo 103.83 puntos, lo que equivale a cuatro veces el promedio nacional de violencia.
Seguida de la ciudad de Manzanillo, en el mismo estado de Colima, Tecomán avanzó en su espiral de violencia desde hace tres años, cuando en 2015 ocupaba el lugar 85 con 20.46 puntos. Según José Antonio Ortega, fundador presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, esta reconfiguración “es por la lucha de las “plazas” y por los pleitos de los grupos de narcotráfico, y sobre todo de esos grupos armados que nos se han podido parar".
En una entidad donde la industria minera es la actividad más importante don- de la explotación de minerales metálicos representan el 10.2% del valor de la producción total, las organizaciones criminales han expandido su dominio. El Inegi contabilizó en Manzanillo, la segunda ciudad más violenta, un total de 57 localidades mineras, de las cuales 27 corresponden a Minerales Metálicos, dos a Minerales no Metálicos, tres de Rocas Dimensionables y 25 más de Agregados Pétreos.
Para José Antonio Ortega, el mapa de la violencia en México se está reconfigurando: “Hay un cambio de la violencia. Del norte del país, que la teníamos antes en los estados de Tamaulipas, Chihuahua y Coahuila, ahora se está moviendo hacia Colima, en el Pacífico. El cambio obedece a que fundamentalmente en esta zona, se pelean “la plaza” el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa”.
Según el índice de Violencia Municipal 2017, la tercera ciudad más violenta es Chilapa, Guerrero, en donde el pasado 30 de enero los cuerpos desmembrados de siete personas fueron encontrados en bolsas de plástico negras sobre la carre- tera de terracería que conduce Texcan, en la cabecera municipal de Chilapa de Álvarez, donde las organizaciones criminales de Los Rojos y Los Ardillos pelean a sangre y plomo las rutas de trasiego y los campos de amapola.
El puerto de Acapulco, en Guerrero, quedó en cuarto lugar, seguido de Tijuana, Playas de Rosarito, Los Cabos, Apatzingán, Chilpancingo, Navolato, Zihuatanejo y Colima.