MONTEVIDEO. Entre 80 y 90 por ciento de los niños de América Latina y el Caribe serán incapaces de comprender un texto simple debido a la "catástrofe educativa" provocada por la pandemia de covid-19, según pronósticos de organismos internacionales.
La dramática afirmación figura en informes elaborados por el Banco Mundial, Unicef, Unesco, USAID y otras agencias internacionales.
➡️ Escuelas de tiempo completo: ¿Qué estados ofrecen mantener este formato escolar? [Mapa]
Según el documento titulado "Dos años después: salvando a una generación", del BM, Unicef y Unesco, cuatro de cada cinco niños en América Latina y el Caribe no podrán comprender un texto simple.
Asimismo, el estudio "Situación de la pobreza de aprendizaje a nivel mundial: actualización 2022", elaborado por el BM, las mencionadas agencias de la ONU, USAID FCDO y BMGF, revela que nueve de cada diez alumnos de la región son incapaces de leer un texto simple al final de la educación primaria. Sólo África Subsahariana presenta resultados peores.
El primer informe destaca que la pandemia de Covid-19 provocó en América Latina y el Caribe los cierres de escuelas más largos y constantes del planeta, a raíz de los cuales los alumnos de la región perdieron en promedio 1.5 años de aprendizaje.
Ello puede significar un retroceso más de diez años, subraya el texto.
La región "enfrenta una crisis educativa sin precedentes que podría comprometer el desarrollo futuro de nuestros países", comentó Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, durante el foro donde se presentó el informe.
"El hecho de que una gran mayoría de los alumnos de sexto grado tal vez no logre comprender lo que leen pone un signo de interrogación sobre el futuro de millones de niños que aún no desarrollaron competencias fundamentales críticas, algo que eleva el riesgo de profundizar aún más las desigualdades de larga data en la región", dijo.
"Demasiados niños no han podido regresar a la escuela a tiempo completo, y muchos de los que han regresado están perdidos. En ambos casos no están aprendiendo", dijo por su lado Jean Gough, director de Unicef para América Latina y el Caribe, para quien esta "catástrofe educativa" se reproduce "día tras día".
"Me encontré con chicos que ya se habían olvidado de una tabla de multiplicar sabiendo que están en una edad de 14 a 18 años", comentó Karen Farfán, una profesora ecuatoriana.
"Toda una generación perdió una cantidad gigante de horas de aprendizaje", por lo que "estamos en modo emergencia", afirmó Italo Dutra, asesor regional de educación de Unicef.
Según Claudia Uribe, directora de OREALC/UNESCO Santiago, sólo priorizando la educación en la agenda pública se puede lograr una recuperación.
Entre las "acciones clave" para "reencauzar a esta generación", el documento propone reintegrar a todos los alumnos que hayan abandonado el sistema educativo y asegurar que permanezcan en él, así como valorar y formar a los docentes.
Los presidentes de Chile, Gabriel Boric, de Honduras, Xiomara Castro, de Argentina, Alberto Fernández, y de Ecuador, Guillermo Lasso, se sumaron a una iniciativa para mejorar la educación, promovida por el Banco Mundial, la Unicef, la Unesco y Diálogo latinoamericano.
En un mensaje grabado, el presidente chileno abogó por "no seguir con la lógica de las pruebas estandarizadas (...) sobre conocimientos que al final del día a los niños y a las niñas no les sirven". Su homóloga hondureña estimó que "el derecho a la educación se ha visto disminuido por la aplicación de políticas neoliberales".
➡️ Recursos de escuelas de tiempo completo se retiraron desde el 2020
A nivel mundial, un informe de la ONU ya indicaba que el número de alumnos cuya escolaridad fue perturbada casi se triplicó desde 2016 para alcanzar un récord de 222 millones, por varias crisis.
Un tercio de esos alumnos están completamente desescolarizados y más de la mitad, 119.6 millones, van a la escuela sin lograr alcanzar "un nivel de competencia mínimo", especialmente en matemáticas y lectura, indicó la directora del Fondo de la ONU para la educación en situación de urgencia, Yasmine Sherif.
"Esto quiere decir que 222 millones de sueños" están rotos, agregó. "No abandonemos a estas víctimas", subrayó
Esta cifra "escandalosa" que concierne en su mayoría a menores de 18 años que viven por lo regular en zonas de conflicto, es un "récord”. En el último censo de 2016, solo 75 millones de alumnos estaban en esa situación.
Según ella, el aumento de esos seis últimos años está relacionado con la pandemia de Covid-19, el cambio climático y la persistencia de conflictos armados.
En la aplastante mayoría de casos, más de ocho sobre diez, esos niños y jóvenes viven en zonas donde un conflicto dura desde hace años, como Siria, República Democrática del Congo o Afganistán.
El conflicto en curso en Ucrania, que afecta la escolaridad de 5.7 millones de alumnos, contribuye también al alza constatada este año.