SAO PAULO, Brasil. Ataques, expulsiones y militarización de la frontera en Brasil; redadas en Lima; desesperación en la frontera con Ecuador y Colombia por el endurecimiento de los requisitos para entrar.
La situación se torna más complicada para los migrantes venezolanos que huyen de la crisis en su país.
Ayer, los ataques de brasileños contra campamentos de venezolanos en la ciudad fronteriza de Pacaraima llevó a mil 200 venezolanos a abandonar el país y elevó la tensión en una región que pidió auxilio al gobierno.
Pacaraima vivía ayer una calma tensa después de las protestas del sábado que derivaron en actos vandálicos contra los inmigrantes.
Vecinos de esta localidad de 12 mil habitantes, en el empobrecido estado de Roraima, expulsaron a venezolanos de las tiendas de campaña donde sobreviven y les prendieron fuego a las viviendas temporales junto con sus objetos personales.
También cortaron durante cinco horas la principal vía de acceso al municipio a grito de "fuera venezolanos".
El motivo, la agresión de un comerciante local a manos, supuestamente, de un grupo de venezolanos, que intentaron asaltarlo en casa con su familia, de acuerdo con el gobierno de Roraima.
Por su parte, el presidente brasileño, Michel Temer, se reunió con varios de sus ministros, entre ellos el de Defensa, general Joaquim Silva e Luna, y de Seguridad, Raul Jungmann, para tratar el asunto, y anunció que enviará hoy efectivos extra de la Fuerza Nacional a Pacaraima.
En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela instó a Brasil a dar "las garantías correspondientes a los nacionales venezolanos y tomar las medidas de resguardo y seguridad de sus familias y enseres".
Las tensiones están aumentando en América Latina por la migración desencadenada por las crisis en Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro y más recientemente también en Nicaragua, donde el gobierno de Daniel Ortega ha reprimido sistemáticamente las masivas protestas.
En Ecuador, decenas de inmigrantes venezolanos desafiaron las nuevas reglas -que entraron en vigor el sábado- que exigen la presentación de un pasaporte válido para cruzar la frontera desde Colombia, y las autoridades parecían estar permitiendo su ingreso. El gobierno ecuatoriano anunció que niños y adolescentes podrían ingresar sin el papel, siempre y cuando sus padres contaran con éste.
La angustia invadió a otro medio centenar de venezolanos sin pasaporte que quedaron varados en la frontera colomboecuatoriana, y algunos pidieron una ruta humanitaria hacia Perú.
En tanto, la policía detuvo en Lima a 18 ciudadanos venezolanos que carecían de documentos y tenían exceso de permanencia en Perú, anunció la misma medida que Ecuador.
Naciones Unidas estima que 2.3 millones de venezolanos han huido de la crisis escapando de la pobreza y en busca de trabajo. Colombia ha dado residencia temporal a más de 800 mil. Cientos de venezolanos se lanzan cada día en un periplo terrestre para alcanzar Perú, Chile, Argentina e incluso Uruguay.