PARIS, Francia – Los diputados de la oposición exigen que el presidente francés Emmanuel Macron sea convocado ante la comisión parlamentaria que investiga el escándalo del responsable de seguridad del Palacio del Elíseo, acusado de agredir a dos manifestantes y usurpar credenciales policiales.
Varios parlamentarios, tanto de derecha como de izquierda, formularon ese pedido al término de la primera jornada de trabajos de la comisión de la Asamblea Nacional encargada de investigar el caso que hace temblar al poder.
La interpelación de los principales actores políticos del episodio se transformó en un “sálvese quien pueda” en la cúpula del gobierno: todos los responsables interrogados hasta ahora eludieron sus responsabilidades, acusaron a sus subalternos y sugirieron que la búsqueda de los culpables hay que realizarla dentro del Palacio del Elíseo.
Durante las 2,30 horas que duró el interrogatorio del ministro del Interior, Gérard Collomb, los diputados tuvieron la impresión de “haber asistido al ocultamiento de la verdad y a la ausencia de respuestas”, dijo Alexis Corbière, del partido de extrema izquierda Francia Insumisa. “¡Hay que interrogar al presidente de la República!”, exclamó. A ese pedido se sumaron numerosos legisladores.
El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, y el ex candidato presidencial socialista, Benoît Hamon, también pidieron que Macron sea convocado por la comisión.
Esa aspiración, sin embargo, es imposible de concretar porque el jefe del Estado no puede acudir al recinto parlamentario en aplicación del principio de separación de poderes. Pero, en todo caso, traduce el estado de indignación que existe en la Asamblea Nacional.
El portavoz del gobierno BenjaminGriveaux desechó también esa idea argumentando además que la comisión investigadora se comporta como un “tribunal político”.
El Prefecto de París, Michel Delpuech, que fue el segundo interrogado por la comisión, explicó en síntesis que el caso había sido “tratado” por el Palacio del Elíseo.
Tanto Collomb como Delpuech aseguraron que las autorizaciones para que Alexandre Benalla pudiera asistir a la manifestación del 1° de mayo como observador fueron acordadas por Patrick Strzoda, jefe de gabinete de Macron.
Numerosos parlamentarios denunciaron el comportamiento de ambos funcionarios, que parece destinado —dijeron— a convertir a Strzoda en el chivo expiatorio del escándalo.
Strzoda, precisamente, será interrogado hoy (martes) por la comisión, al igual que Stéphane Fratacci, jefe de gabinete del ministro del Interior.
También se acordó que en los próximos días será convocado a declarar el secretario general del Elíseo, Alexis Kohler. Ese funcionario, considerado como el personaje más importante del entorno de Macron, deberá primero responder el jueves a la comisión investigadora del Senado.
Famoso por su discreción, Kohler detesta verse obligado a ocupar el primer plano de la actualidad. Su convocatoria a testimoniar ante las cámaras de televisión muestra que la comisión investigadora aspira a llegar al círculo más estrecho de colaboradores de Macron para determinar si el disfuncionamiento del Estado no nació, en realidad, en el corazón del poder.