La policía de Buffalo dio a conocer este lunes que el joven blanco de 18 años que mató a diez personas, negras en su mayoría, tenía planeado seguir matando.
Joseph Gramaglia, comisario de la policía de Buffalo, declaro para la cadena CNN, que las evidencias señalan que el asaltante, quien se entregó a la policía tras el tiroteo, tenía planes de continuar disparando a gente.
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"Incluso habló sobre la posibilidad de ir a otra tienda" tras el primer ataque, dijo el comisario a la cadena.
Payton Gendron se trasladó en un vehículo desde Conklin, una localidad a 320 kilómetros al sureste de Buffalo, donde vivía con sus padres, y lo estacionó en el estacionamiento del supermercado Tops alrededor las 14:30 horas.
Gendron, que al parecer había llegado a la ciudad un día antes, iba armado y estaba equipado con un chaleco antibalas y un casco protector equipado con una cámara por la que retransmitió en vivo su crimen.
En el estacionamiento de la tienda mató a tres personas antes de entrar al lugar y continuar con la masacre. Entre las víctimas mortales está un vigilante armado, un ex policía, que intentó detenerlo sin éxito.
Las autoridades están investigando lo sucedido como un ataque terrorista y un crimen de odio racial, basándose, entre otras cosas, en un documento de 180 páginas que, al parecer, el joven dejó escrito con sus planes.
Hay alguna documentación de que el sospechoso tenía planes para perpetrar un ataque en otra gran tienda, dijo Gramaglia a la CNN.
"Iba a subirse a su coche y a continuar conduciendo por la avenida Jefferson (donde se encuentra el supermercado Tops) y seguir haciendo lo mismo", agregó el comisario.
Está previsto que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viaje a Buffalo el martes para rendir honores a las víctimas y presentar sus condolencias a sus familias.