MIAMI. La primera misión espacial tripulada de Boeing despegó ayer con éxito desde Florida rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI) con dos astronautas de la NASA a bordo, un lanzamiento "histórico" que sufrió casi un año de retraso por una serie de problemas técnicos.
La nave Starliner finalmente alzó vuelo desde una plataforma de la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral y con los experimentados astronautas Barry 'Butch' Wilmore y Sunita 'Suni' Williams en su interior.
Unos cinco minutos después, el cohete propulsor Atlas V de la compañía United Launch Alliance se separó de la cápsula, que posteriormente continuó por su cuenta el trayecto hasta alcanzar la órbita que la llevará a la EEI.
De acuerdo con la NASA, la nave encajará en el módulo Harmony de la EEI y, si bien puede hacerlo de forma autónoma, en esta ocasión será maniobrada por los astronautas para probar las posibilidades de la Starliner, que permanecerá una semana en el laboratorio orbital antes de emprender el retorno, previsto para la mañana del 14 de junio. "Este es otro hito en la extraordinaria historia de la NASA", dijo el administrador de la NASA, Bill Nelson, durante una posterior conferencia de prensa.
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A su turno, el administrador asociado adjunto de la Dirección de Misiones de Operaciones Espaciales de la NASA, Joel Montalbano, recalcó que la meta es poner en funcionamiento dos naves tripuladas que viajen a la EEI y el "histórico" lanzamiento de hoy coloca a la agencia espacial estadounidense "un paso más cerca" de ese objetivo.
Wilmore y Williams van a realizar una serie de pruebas a la nave durante el viaje y si es posible lo harán también mientras se encuentre acoplada a la estación espacial, a la que llegará con 345 kilos de carga.