PARÍS, Francia. Brigitte Macron, la esposa del presidente francés, podría ser convocada como testigo para declarar en el escándalo del responsable de seguridad del Palacio del Elíseo, Alexandre Benalla, acusado de agredir a dos manifestantes y usurpar credenciales policiales.
"Si Emmanuel Macron rehúsa dar explicaciones sobre ese escándalo, pediremos interrogar a su esposa", anunció ayer Ugo Bernalicis, diputado del movimiento de ultra izquierda France Insumisa.
El parlamentario argumenta que una de las misiones de Benalla era la seguridad de la pareja. Numerosas fotos y videos confirman que, entre otras funciones, ese funcionario de 26 años también se encargaba de la protección del matrimonio en los periodos de descanso y en actividades de carácter privado.
La justicia, mientras tanto, decidió anoche inculpar a Benalla, a su colaborador Vincent Crase y a tres funcionarios policiales de alto rango implicados en el caso.
El responsable de seguridad del Elíseo y su colaborador Vincent Crase fueron oficialmente acusados de “violencias en reunión”, “uso de insignias reglamentadas en lugares públicos y en forma indebida”, “malversación de imágenes de videos de seguridad” y “violación de secreto profesional”.
Esos cargos aluden a las agresiones cometidas contra dos personas en la manifestación del 1 de mayo, en las cuales actuaron usando un casco de protección y un brazalete que los identificaba como policías. Benalla también se hizo entregar las grabaciones de ese incidente.
Los tres policías inculpados fueron responsabilizados, por su parte, por haberle facilitado una copia de esos videos.
Como consecuencia de ese episodio, que se transformó en un escándalo político de grandes proporciones, la Asamblea Nacional se vio obligado ayer a retirar el proyecto de revisión de la Constitución, pues los partidos de la oposición de negaban a continuar tratando el tema hasta que el gobierno no terminara de aclarar su responsabilidad en el caso Benalla.
El proceso de explicación comenzará hoy con el testimonio público y bajo juramento del ministro de Interior, Gérard Collomb, que será transmitido por radio y televisión.
Esas declaraciones permitirán tener una primera idea de la verdadera dimensión política que puede tener ese escándalo.
En una reunión que tuvo lugar ayer con un círculo muy reducido de colaboradores, Macron reconoció que se han producido "disfunciones" en el "caso Benalla", cuyas actuaciones consideró "inaceptables" y se comprometió a tratar con firmeza, publicó la web del diario "Le Figaro".
Según la emisora "France Info", Macron aseguró que hablará en público del caso "cuando lo considere útil" y, por el momento, aguarda a las conclusiones de las diferentes investigaciones abiertas
Esta foto tomada el 1 de mayo de 2018 muestra al jefe de seguridad del Elysee, Alexandre Benalla (C) con una visera de la policía, al lado de Vincent Crase (C, izquierda), un asistente de seguridad para la fiesta Republic on the Move de Macron, mientras arrastran a un manifestante durante el 1 de mayo protestas en París.