Escala el conflicto Rusia-Occidente; Moscú expulsa 160 diplomáticos

Sobre ese total, 60 representantes diplomáticos pertenecen a EU y 50 al Reino Unido, quienes deberán abandonar el país antes de 5 de abril

Carlos Siula, Corresponsal

  · domingo 1 de abril de 2018

FOTO: EFE

París, Francia.- Rusia agudizó ayer las tensiones con Estados Unidos y sus aliados al decidir la “expulsión simétrica” de 160 diplomáticos occidentales en represalia por las medidas análogas adoptadas el 26 de marzo último, según anunció personalmente en Moscú el canciller Sergei Lavrov.

Sobre ese total, 60 representantes diplomáticos pertenecen a la misión de Estados Unidos y 50 a la del Reino Unido, quienes deberán abandonar el país antes de 5 de abril. El Kremlin resolvió igualmente cerrar el consulado norteamericano en San Petersburgo, que dejará de funcionar el próximo sábado 31 de marzo.

Se trata de la mayor ola de la historia de expulsiones de diplomáticos rusos y occidentales.

Moscú amenazó, por otra parte, con adoptar "medidas adicionales" si Washington continúa con "sus medidas hostiles" contra las legaciones diplomáticas rusas en su país.

En cuanto al resto de los países que habían expulsado diplomáticos rusos a fin de marcar la unidad del bloque occidental, las medidas de retorsión “también serán simétricas en lo que se refiere al número” de representantes que tendrán que abandonar el país, precisó Lavrov.

El grupo sancionado por Moscú está integrado por Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Noruega, Ucrania y 16 miembros de la Unión Europea (UE), que el 26 de marzo -junto con Estados Unidos- anunciaron la expulsión de más de un centenar de diplomáticos rusos. La decisión fue adoptada en forma conjunta a fin de mostrar la unidad occidental. Rusia condenó esas medidas "enérgicamente".

Las expulsiones masivas de la semana pasada fueron adoptadas por los países occidentales para sancionar al régimen del presidente Vladimir Putin por el envenenamiento del espía doble Serguei Skripal y su hija Iulia, perpetrado el 4 de marzo en la ciudad de Salisbury (Gran Bretaña), y la muerte del exiliado ruso Nikolai Glushkov, que apareció estrangulado en su residencia de Londres ocho días después.

Lavrov comentó que Moscú haría "algo más", que rehusó especificar.

Los diplomáticos expulsados -que fueron declarados "persona non grata", según "un principio de reciprocidad"-, tendrán hasta el 5 de abril para salir de Rusia, precisó luego el ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.

La cancillería rusa también convocó al embajador norteamericano, John Huntsman, para comunicarle las medidas y entregarle una nota de protesta por las “indignantes e infundadas exigencias" de que 60 diplomáticos rusos, acusados de espías, abandonen Estados Unidos por el caso Skripal. Del grupo de diplomáticos expulsados, todos trabajan en la capital rusa con excepción de dos que ejercen su actividad en el consulado general en Yekaterimburgo, capital de los Urales.

El Departamento de Estado norteamericano respondió diciendo que Moscú no tenía motivos para expulsar diplomáticos ni para colocarse en el papel de víctima, y anunció que Washington se reservaba el derecho de replicar.

Aunque 50 hombres junto a sus familias abandonaron la Embajada de Rusia en Washington en un autobús que se dirigió al Aeropuerto Internacional Dulles.

Lavrov también propuso una reunión de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OIAC) para el 2 de abril a fin de mantener “una conversación franca” sobre el caso Skripal. El canciller ruso consideró que un eventual rechazo europeo sería interpretado como una “prueba” de que el envenenamiento del ex espía es una “provocación”. Moscú reitera desde hace días que Gran Bretaña no presentó hasta ahora ninguna prueba sobre la presunta responsabilidad rusa en el ataque contra Skripal y su hija.

El embajador ruso ante la ONU, Vassili Nebenzia, afirmó hace unos días que el agente tóxico utilizado en Salisbury para envenenar a Skripal “se encontraba en Gran Bretaña”, país que desde fines de los años 1990 realiza “intensivos trabajos de investigación sobre esas sustancias”. En esa ocasión propuso una “investigación conjunta” con el Reino Unido, dado que Rusia “no tiene nada que ocultar”, y pidió que la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU se desarrollara públicamente y no a puertas cerradas como deseaba Londres. “¿A quién beneficia el crimen?”, exclamó.