KURASHIKI.- Al menos 114 personas murieron y decenas estaban desaparecidas en Japón, mientras equipos de rescate cavaban en barro y escombros el lunes en busca de sobrevivientes luego de que lluvias torrenciales desencadenaron las peores inundaciones y deslaves en años.
El primer ministro Shinzo Abe canceló un viaje internacional para hacer frente a la peor inundación en Japón desde 1983, por la que millones de personas han tenido que huir de sus casas. Las autoridades dijeron que aún era pronto para medir el impacto económico concreto del desastre.
La lluvia paró en la región occidental el lunes y un sol abrasador elevaba la temperatura por encima de los 30 grados Celsius, alimentando los temores a una ola de calor en áreas que han quedado sin electricidad o agua.
"No podemos bañarnos, el inodoro no funciona y nuestra reserva de alimentos está bajando", dijo Yumeko Matsui, cuya casa en la ciudad de Mihara, en la prefectura de Hiroshima, ha estado sin agua desde el sábado. "El agua embotellada y el té embotellado desaparecieron de las tiendas", dijo otra persona en una estación de suministro de agua de emergencia.
La cifra de muertos subió a 114 y 61 personas continuaban desaparecidas, según la cadena de televisión pública NHK. Unos 11.200 hogares estaban sin luz, dijeron las compañías de electricidad el lunes, mientras que cientos de miles de casas no tenían agua.
Aunque la lluvia constante cedió, las autoridades advirtieron del peligro de chubascos y tormentas eléctricas, además de más desmoronamientos debido a la saturación de las laderas durante el fin de semana.
El jefe de Gabinete, Yoshihide Suga, dijo que Abe había cancelado su viaje a Bélgica, Francia, Arabia Saudita y Egipto debido al desastre. El inicio de la gira oficial estaba previsto para el miércoles.
Las operaciones en algunas industrias también se veían afectadas. Mazda Motor Corp dijo que debería mantener cerrada su instalación de Hiroshima el lunes. La automotriz suspendió su actividad en varias plantas la semana pasada y señaló que dos plantas seguirían sin operar hasta el martes porque no recibieron componentes a pesar de no estar dañadas.
La fabricante de productos electrónicos Panasonic dijo que sus operaciones continuaban suspendidas en una planta después de que se inundó su primer piso. Refinerías y terminales de crudo no se vieron afectadas, pero bloqueos en carreteras causaban falta de gas y diésel en las inmediaciones de Hiroshima.