Río de Janeiro, Brasil.- ¿Libre o preso? El expresidente Lula da Silva, que cumple una pena de 12 años y un mes de prisión por corrupción, quedó en el medio de un embrollo judicial este domingo con órdenes y contraórdenes para su liberación que dejan a Brasil en una confusión total.
Ante esto, el presidente del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4), Thompson Flores, zanjó la batalla judicial entre los dos magistrados de dicha corte por la libertad de Luiz Inácio Lula da Silva y determinó que el expresidente de Brasil continúe en prisión.
Flores respondió así una acción presentada por el Ministerio Público Federal contra la decisión del juez de guardia Rogerio Favreto, quien hoy ordenó la libertad del líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula, de 72 años, se encuentra encarcelado desde el pasado 7 de abril para cumplir una pena de 12 años y 1 mes de prisión corrupción pasiva y lavado de dinero.
Reinó la confusión
Después de haber sorprendido a los brasileños esta mañana con una orden de liberación que acabó siendo anulada por el juez relator del caso en TRF4, el juez Rogério Favreto volvió a la carga y en la tarde ordenó "el inmediato cumplimiento de la medida de liberación en el plazo máximo de una hora".
Sin embargo, ese plazo se cumplió sin que se conociera que Lula hubiera salido de prisión.
El juez ordenó la liberación del expresidente al aceptar una demanda de Habeas Corpus presentada el viernes por varios diputados del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), al que la prensa asegura que estuvo afiliado de 1991 a 2010.
"¡Lula Libre ya!", se leía la cuenta en Twitter del exmandatario, mientras unos 500 seguidores se concentraban a las puertas de la sede de la Policía Federal en Curitiba donde está preso, exigiendo su salida.
Moro, sin descanso
La nueva orden de liberación se dio después de que el juez Joao Pedro Gebran Neto, encargado de la operación anticorrupción Lava Jato en el TRF4, emitiera un despacho que anulaba la primera y emplazaba al juez de guardia y a la Policía Federal de "abstenerse de practicar cualquier acto que modifique la decisión colegiada" del tribunal tomada en enero.
Gebran Neto actuó después de ser interpelado oficialmente por el juez Sergio Moro, que está de vacaciones, pidiéndole que como "relator natural del caso" tomara cartas en el asunto para "revocar" la medida.
"El juez federal de guardia, con todo el respeto, es una autoridad absolutamente incompetente para sobreponerse a la decisión del colegiado" del TRF4 y también "del plenario del Supremo Tribunal Federal", que ya negó la liberación de Lula recientemente, adujo Moro en su despacho.
La Fiscalía General también pidió a la corte de apelaciones suspender la concesión del Habeas Corpus por considerar que el juez Favreto no tiene competencia para liberar a Lula y que no hubo ningún acto "ilegal" en la orden de prisión decretada por Moro.